Escudo de la República de Colombia

Son dos proyectos: Uno consiste en el desarrollo de un prototipo automático que por medio de la visión artificial, clasifica diferentes residuos sólidos.  El otro propone aprovechar el bore  (planta originaria del sudeste asiático) en la generación de biocombustible no contaminante.

 

 

Ambas propuestas de estudiantes de la Facultad de Minas de la U.N. Sede Medellín buscan resolver problemas del medio ambiente y, fueron los únicos finalistas colombianos en los premios Impacto Comunitario de América Latina de la Feria de Ciencias de Google 2016. Los ganadores globales se conocerán en el mes de septiembre.

 

El proyecto que consiste en la utilización de visión artificial para la clasificación de residuos sólidos nació en la Institución Educativa Andrés Bello cuando dos de sus estudiantes, Manuel Escobar y Alejandro Rengifo; junto con Juan Carlos Briñez de León, estudiante del Doctorado en Ingeniería-Sistema e Informática de la U.N. quien se  desempeñaba como docente, desarrollaron el grupo de investigación IEAB’S Artificial Vision Group, para crear un dispositivo que solucionara el problema que se detectó en la clasificación de los residuos sólidos.  

 

“El proyecto consistió en el desarrollo de un prototipo automático que por medio de las estrategias de visión artificial, clasifica diferentes residuos y ayuda a educar a las personas en este proceso. Es un dispositivo que captura las imágenes de la basura por medio de una cámara web, las procesa y clasifica utilizando algoritmos computacionales, y a partir de ellos, indica con la apertura de una caneca específica, el lugar donde debe ser depositado el desecho”, explicó Juan Carlos Briñez de León.

 

Agregó que, “a la máquina se le introduce un residuo, se le hace un procesamiento de imágenes, y luego se toma una decisión en términos de su clasificación, la cual es reflejada en la actuación de un módulo robótico que abre una caneca con un color específico, azul para botellas plásticas, amarilla para latas, grises para el cartón, él abre un depósito específico para que el residuo sea depositado de forma correcta. Además de eso este tipo de estrategia, el dispositivo genera unas señales de audio que tienen una interfaz visual para que la persona que lo use entienda el proceso de clasificación”.

 

La innovación de la propuesta es la pedagogía que hace la máquina, “uno de los objetivos que se planteó en el trabajo era cómo podemos a través de la introducción e interacción de las herramientas tecnológicas, generar acciones concretas para que los usuarios aprendan con el uso de los dispositivos”, dijo.

 

La financiación para la elaboración del primer prototipo fue gracias a los dineros recolectados, luego de la participación en diferentes ferias regionales y nacionales, pues se necesitaron aproximadamente 5 millones para crear la máquina, resaltando que el mayor aporte lo donó la  institución educativa. 

 

John Willian Branch Bedoya, vicerrector de la Universidad Nacional de Colombia sede Medellín afirmó que la U.N. apoya estos procesos y su mayor aporte es que pone el servicio de los profesores de alta calidad, por ejemplo en este caso integrantes del Grupo de Investigación de Inteligencia Artificial (GIDIA), quienes acompañan los proyectos y comparten su experiencia con jóvenes, niños y niñas.

 

Biocombustible, otro finalista del  Google Science Fair

 

El otro proyecto finalista consiste en el aprovechamiento del bore en la generación de un biocombustible que contiene mejores características que los comunes debido a que en las pruebas realizadas por Elkin Darío Díaz, estudiante de Ingeniería Química de la U.N. Sede Medellín, encontró junto con su grupo de trabajo que la planta mejoraba el rendimiento del motor en los automóviles. Esto por el 88% de concentración de etanol.

 

La cifra supera a los recursos más utilizados en la producción de biocombustibles como la caña o el maíz que llegan a un máximo de 85 %. Según Díaz, el proyecto nació en la Institución Educativa Presbítero Bernardo Montoya donde con otros dos compañeros comenzaron a trabajar con el bore una planta originaria del sudeste asiático.

 

La riqueza del bore es el almidón empleado como materia prima para la generación de bioetanol, elemento principal del biocombustible. Díaz agregó que para que una planta de bore se convierta en biocombustible es necesario convertir su almidón en etanol, a través de un proceso de fermentación en el que se adicionan enzimas y agregan levaduras encargadas de fermentar el almidón para que se convierta en azúcar y este a su vez en alcohol.

 

La extracción del etanol se realiza por proceso de destilación, que es lo mismo que calentamiento a baja temperatura. “Lo que yo quiero hacer es una mezcla como se está haciendo en Brasil: 100 % etanol y 90 % gasolina. Con esta mezcla estaríamos disminuyendo un 60 % las emisiones de monóxido de carbono y un 30 % la de dióxido”, concluyó Elkin Darío Díaz.

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