Escudo de la República de Colombia

En el Museo de Geociencias de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín hay una sala oscura en la que se preservan 40 fragmentos de rocas luminosas. No es ciencia ficción sino un fascinante fenómeno de la naturaleza: la fluorescencia mineral. Provienen de Colombia y otros países como Canadá, Estados Unidos, Reino Unido e Inglaterra.

 

 

 

La magia que ocurre en este cuarto oscuro no es otra cosa que una propiedad física conocida como luminiscencia, y más específicamente fluorescencia, una reacción que ocurre cuando ciertos minerales son expuestos a longitudes de onda distintas a las de la luz visible, como la luz ultravioleta. Entre los minerales más representativos de esta colección se encuentran calcitas, aragonitos y werneritas, algunos de los cuales provienen de regiones específicas del país y del mundo.

 

“Cuando el mineral está expuesto a una diferente longitud de onda, cambia su color a diferencia de cuando está, por ejemplo, expuesto a la luz natural o la luz blanca. Por esta razón, desde el 2015 el Museo mantiene estas muestras en un entorno completamente oscuro, donde la luz UV permite ver los colores ocultos que cada roca emite", expuso Soraya Gómez González, estudiante de Ingeniería Geológica y guía de este espacio que es un laboratorio sensorial donde la luz ultravioleta revela una paleta de colores insospechada.

 

La mayoría de estas rocas presentan fluorescencia, pero algunas también muestran otro tipo de luminiscencia: la fosforescencia. “La fosforescencia ocurre cuando el mineral tiene la capacidad de retener la luz por cierto tiempo luego de que se le remueve la fuente. Es decir, algunas muestras siguen brillando incluso después de apagarse la luz ultravioleta, como si hubieran guardado un poco de esa energía para seguir iluminando por sí solas... pueden seguir emitiendo luz durante minutos o incluso horas”, explicó Gómez González.

 

 

 

Este fenómeno no es exclusivo del mundo académico ni de las vitrinas minerales. La fluorescencia ha sido aprovechada en diversas industrias y productos que usamos a diario, muchas veces sin saberlo. Un ejemplo claro son los protectores solares. “Estos filtros minerales son óxido de zinc y dióxido de titanio. Cuando un mineral tiene estos dos filtros y en muy alta proporción, se van a evidenciar incluso acá con la luz ultravioleta. El dióxido de titanio, además de ser un eficaz filtro UV, es el responsable del característico tono blanco que dejan algunos bloqueadores en la piel. Pero también se encuentra en otra industria: la de las pinturas de alta calidad, ya que resisten al agua, al desgaste y al Sol", puntualizó Gómez González. 

 

El Museo de Geociencias, ubicado en el segundo piso del bloque M3 de la Facultad de Minas —Campus Robledo— de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín, ofrece una experiencia educativa y gratuita para todas las personas interesadas en la mineralogía. A través de tres colecciones temáticas —mineralogía, petrología y paleontología— y con el apoyo de mediadores, este espacio contiene una narración de la historia de las ciencias de la Tierra en Colombia y el mundo. El museo, cuya historia se remonta a 1887 con la creación del Gabinete de Mineralogía y Geología, está abierto de lunes a sábado en horarios específicos y recibe grupos de 2 a 15 personas con previa verificación de requisitos.  

 

 

El poder de la fluorescencia

 

 

La fluorescencia también tiene un rol clave en la seguridad documental. Billetes, pasaportes y tarjetas de crédito incorporan tintas y sellos fluorescentes que solo pueden detectarse con luz ultravioleta, dificultando su falsificación. Son cintas o patrones especiales que alumbran bajo la luz UV con un fin específico: ser un factor de seguridad adicional. 

 

Una de las piezas más llamativas de la colección es un conjunto de muestras de autunita, mineral con un alto contenido de uranio que le confiere una fluorescencia verde intensa.  “Cuando una muestra tiene uranio se va a ver en colores verdes muy llamativos. Lejos de lo que podría imaginarse por tratarse de un elemento radioactivo, estas piezas han sido tratadas y almacenadas de forma segura, y son completamente inofensivas para el público. Las tres muestras de autunita provienen de Norte de Santander, una región que, como muchas otras en Colombia, alberga una geodiversidad aún poco explorada", puntualizó Gómez González.

 

Este cuarto oscuro es una herramienta pedagógica para entender que las rocas son testimonios del tiempo y, a la vez, sistemas complejos con propiedades físicas y químicas activas. La luminiscencia no es muy común en rocas, pero cuando se da, nos ayuda a entender fenómenos naturales e industriales.

 

La geología trasciende las excavaciones y mapas está en nuestra piel, en las paredes que habitamos y hasta en los objetos que llevamos en los bolsillos. La luminosidad de las piedras revela un universo oculto a simple vista, una huella que perdura en quienes se atreven a mirarlas.   

 

Por: Natalia Piedrahita Tamayo- periodista Oficina de Comunicaciones de la Facultad de Minas. 

Fotografías: Valentina Valencia Vallejo- líder audiovisual Oficina de Comunicaciones de la Facultad de Minas

 

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