El profesor Ramiro Marbello Pérez, adscrito al Departamento de Geociencias y Medio Ambiente, finaliza su etapa como profesor en la Universidad Nacional de Colombia y disfrutará de su jubilación. ¡Muchos éxitos en esta nueva etapa!
José Fernando Jiménez Mejía, su colega cuenta que por muchos años fue su vecino de oficina, en el Bloque M2, una delgada placa de madera los separaba, "Ramiro permanecía hasta altas horas de la noche, con la puerta semiajustada, absorto en sus ocupaciones". Recuerda que después del periodo de vacaciones regresaba con ese acento vallenato más marcado, "llegaba con historias hilvanadas y vueltas a hilvanar en las largas noches de conversación, música y parranda que - presumía uno- habría tenido en su pueblo y con su gente. Con nostalgia recuerdo ese paquete de ´panelitas´ dulces de piña y coco que cargaba en su su maleta, para compartir, y complacido, tasaba hasta el último gramo".
El profesor Marbello como es conocido, en una carrera de 40 años de servicio, se destacó siempre por su compromiso con la actividad docente, primero en la Unidad de hidráulica del Departamento de Ingeniería Civil y luego en el Departamento de Geociencias y Medio Ambiente de la Facultad de Minas. En asuntos técnicos, gran parte de su trabajo estuvo relacionado con la hidráulica de redes a presión y del flujo en canales, así como con asignaturas orientadas al diseño de acueductos y sistemas de alcantarillado. "Sus estudiantes fueron testigos directos de la manera rigurosa y ordenada como llevaba sus cursos, siempre interesado en lograr el mejor desempeño académico de quienes serían ingenieros graduados de la Facultad. Desde el punto de vista humano, y en condición de colega, lo recuerdo como un hombre de carácter amable, jocoso y alegre, características propias de lo oriundos de Valledupar, a donde él viajaba regularmente para visitar a su familia", agregó Jiménez Mejía.
Referente a su formación, Marbello es Ingeniero Civil graduado en 1982 con una tesis titulada, "Estabilización de Taludes con muros-pantalla, anclados mediante cables pretensados", a la par de sus estudios en la Facultad de Minas, cursaba el programa de Ingeniería Sanitaria en la Universidad de Antioquia (U de A) graduándose en 1986. Realizó 2 maestrías, una en Ingeniería Ambiental en la U de A, y otra sobre gestión y uso eficiente del agua en la Universidad Politécnica de Valencia, en esta misma universidad española, realizó su doctorado en Ingeniería de la contaminación medioambiental.
Este docente durante muchos años fue el mejor evaluado por los estudiantes con calificaciones altas, un ejemplo de lo que significaba su gran vocación por la docencia. Sus estudiantes destacan su trayectoria profesional, “quiero resaltar que ha sido mucho tiempo una referencia nacional en la Hidráulica, libros y publicaciones de él todavía son fuente de consulta para las nuevas generaciones de Ingenieros Ambientales, Civiles y Sanitarios. De hecho escribió el “Manual de prácticas de laboratorio de hidráulica", expresó Sebastián Gómez Ríos, egresado de Ingeniería Civil.
Carmen Elena Zapata, colega y amiga desde el pregrado, aseguró que es una persona respetuosa, amigable, colaboradora, alegre, proactiva, con un gran sentido de pertenencia por la institución. "Participaba en todas las actividades del Departamento de Geociencias y Medio Ambiente, así fuera fiestas o reformas a los programas curriculares como el de Ingeniería Ambiental”. A su vez, Santiago Arango Aramburo, cuenta que es un tipo “demasiado buena gente, tranquilo, amable, con una letra perfecta, particularmente dejaba los tableros como para una foto".
Lilian Socorro Posada García quien fue su profesora cuando era estudiante de pregrado, manifestó que era brillante, con una capacidad intelectual increíble, "excelente estudiante y luego profesor, en el sentido más amplio de lo que eso significa; fue mi gran compañero de luchas, de preparación de clases, salidas de campo, incluso era el más animado y proactivo para las famosas fiestas del departamento de fin de año. Se peleaban para bailar con Ramiro, tenía dotes de cantante y poeta".
Jaime Ignacio Vélez Upegui, relató que siempre fue muy amable, respetuoso, dedicado con sus cursos, y con importantes talentos que los demostraba en las fiestas, contaba chistes finos y era un gran bailarín; didáctico, paciente, humilde, servicial y comprometido con la institución.
Un docente que siempre tuvo un trato cálido con sus estudiantes, "admiro que le dedicó casi toda su vida a la docencia, su mayor pasión pues esto se notaba en cada una de sus clases. Extrañaré una que otra charla en su oficina sobre dudas relacionados con ejercicios de la clase, en compañía de postres de su tierra, que no caían nada mal”, recuerda María Camila Eguis, egresada de Ingeniería Ambiental.
"El profe Marbello, siempre se caracterizó por ofrecer una buena charla y consejos en medio de las risas, por siempre hablar con orgullo de su tierra y todo lo que conlleva, costumbres, comidas y fiestas. A lo que estamos lejos, nos hace recordar con cariño y nostalgia nuestra tierra caribeña. ¡Gracias profe!", resaltó Daissy Herrera, egresada del programa de Ingeniería Ambiental.
Finalmente, hoy, cuando se anuncia su retiro de la labor docente, el profesor Jiménez quiere desearle la mejor de las suertes. "Espero que su imagen permanezca jovial en mi memoria; y aprovecho para agradecerle su bondad y consideración hacia quienes compartimos con él todos estos años de colaboración y cordial compañía".
Por/AMR