Escudo de la República de Colombia

 

El Metro de Medellín lleva 20 años llevando de Norte a Sur (o viceversa) a los habitantes y visitantes del Valle de Aburrá. Rodrigo Salazar Pineda, un Ingeniero Civil de la Facultad de  Minas está detrás de los orígenes del sistema de transporte de Medellín que ha sido ejemplo no sólo en temas de movilidad sino también en cultura ciudadana.

 

En la alcaldía del municipio de Envigado reposa una losa conmemorativa que reza “en este lugar se gestó la idea del Metro de Medellín en el año 1962” ahí, en la que hoy es la capilla del centro administrativo de Envigado hace 53 años, estaba ubicada la oficina de Rodrigo Salazar cuando le nació la idea de que Medellín y sus alrededores deberían tener un sistema de transporte ágil, que cubriera la mayoría del territorio de norte a sur y que además fuera cómodo y económico. Así lo recuerda el Ingeniero Civil que hoy se dedica a escribir sus memorias “la idea del Metro de Medellín nació en el año 1962 en la oficina de planeación y organización de Envigado, yo era estudiante de último año de Ingeniería Civil de la Facultad de Minas y como fui director de planeación y nosotros no sabíamos nada de ciudades, tuve que estudiar”.

 

Esta idea lo llevó a viajar a varias ciudades y universidades de Estados Unidos y Europa, tiempo en el que terminó por convencerse de su idea y buscó maneras de perfeccionarla. Durante su paso por estas universidades, Salazar realizó estudios relacionados con todos los medios de trasporte, sin embargo, su experiencia en su viaje hacia la Universidad  Nacional de Colombia Sede Medellín fue el que le permitió descubrir la manera más eficiente de ejecutar su idea. “Es un sistema muy similar al de las escaleras [chivas], que tienen muchas puertas, entonces cuando yo iba a la Escuela de Minas, tomaba una escalera y cómo tenía tantas puertas, eso se llenaba muy rápido; a nosotros nos cobraban mientras el carro hacía su recorrido eso lo hacía un fogonero; ahí me di cuenta de que el tiempo de acceso es fundamental”.

 

Fueron muchas las batallas que emprendió Rodrigo Salazar para hacer de su sueño algo posible y práctico. Una vez sembrada la semilla y cuando apenas se estaba ejecutando la idea, Rodrigo Salazar decidió apartarse de las labores de planeación de la construcción del Metro de Medellín, sin embargo esto no le impidió continuar evaluando desde afuera los trabajos que le traerían a la ciudad una nueva manera de movilizarse “una de las cosas que me llamó la atención, era que el Metro estaba planeado bordeando el Río Medellín y no pasaba por el centro, sentía que tenía que intervenir para que eso no pasara, afortunadamente esa vez fui escuchado”.

 

El Metro se inauguró el 30 de noviembre de 1995 con la presencia del Presidente de la República Ernesto Samper quien dio la orden para que se diera inicio al viaje que pondría a Medellín en la lista de las ciudades innovadoras a nivel mundial. Lo que en sus orígenes fue un medio de transporte más, se convirtió con el paso de los años, en todo un sistema integrado de movilidad que por aire y tierra lleva a los usuarios de una manera segura a sus destinos.

 

Población en aumento

 

John Jairo Posada Henao es Ingeniero Civil y profesor de la Facultad de Minas y junto a su grupo de investigación, VITRA ha realizado algunos estudios relacionados con el funcionamiento y la atención de este medio de transporte, para el profesor Posada “El Metro es un elemento que complementa, de muy buena manera, la movilidad que requiere la ciudad y muy buena parte del Área Metropolitana, es un elemento importante en términos de la movilización de las personas haciendo que el uso de otros modos de transporte no sea tan alto y por ende no existan tantos niveles de congestión en las vías”.

 

Uno de los aspectos que diferencian al Metro de  sistemas similares en otras partes del mundo está relacionado con el servicio y el comportamiento de los usuarios del mismo. Uno de esos estudios realizado en 2013 por el profesor Posada y VITRA determinó que los usuarios permanecen en promedio 1 minuto en las taquillas de la Línea A, siendo 17 minutos el tiempo máximo, mientras que en la taquilla de la línea B, el tiempo promedio es el mismo que en la línea A, siendo 8 minutos el tiempo máximo, lo que demuestra la agilidad en la atención de una cantidad de usuarios que va en aumento.

 

Frente a la congestión generada durante las horas pico y los rumores que aseguran que el Metro ha desbordado su capacidad, ambos expertos aseguran que, si bien el Metro debe comenzar a prepararse para el aumento en su demanda de pasajeros, esta situación fuera de ser normal en todas las ciudades que cuentan con ese medio de transporte, no era desconocida por quieres -como Rodrigo- estuvieron presentes en la plantación del Metro “ hay metros en el mundo que funcionan con una frecuencia de un minuto, la ciencia está en mejorar los sistemas de señalamientos, por otro lado se debe comprender la diferencia entre el tren urbano (que es el Metro)  y el suburbano que fue algo que se pensó desde el principio: una línea alterna que recorra de sur a norte sin parar en el centro, eso aligera la carga y el tiempo de viaje”.

 

El profesor Posada plantea dos posibles soluciones a la congestión generada durante las horas pico “el Metro fue diseñado y construido para ser capaz con más cosas de las que tiene ahora y con unas posibilidades de ampliación de desarrollo por etapas en el tiempo, el Metro está desarrollando una cantidad de proyectos que aumentan esa infraestructura, por ejemplo en el poblado va a hacer las pasarelas de acceso por el costado sur y hay planes en otras estaciones, y en algún momento habría que plantearse la idea de ampliar las estaciones, de largo, para tener más capacidad de recibir más vagones en las estaciones y que se disminuya el número de pasajero que quedan por fuera de los trenes en horas pico”, según el estudio ya mencionado, durante las horas de mayor congestión, en un viaje por la línea B –teniendo en cuenta la estación San Antonio -  255 personas se quedan por fuera del tren.

 

Cultura Metro

 

 No se puede hablar del Metro sin hablar del movimiento surgido paralelo a la puesta en marcha de los trenes; la Cultura Metro ha permeado casi  todos los rincones de una ciudad que cede el puesto a quien lo necesite, que se abstiene de comer en los vagones y que está vigilante ante cualquier trasgresión que se pretenda hacer a la norma. Para Jhon Jario Posada, esto es consecuencia de un público satisfecho que trata de la misma manera que es tratado “el Metro contrata a una empresa independiente que hace unos estudios por medio de los cuales se establece el nivel de satisfacción de los usuarios, y el sistema nunca ha salido mal librado ”.

 

El profesor jubilado Rodrigo Salazar aún viaja en Metro y cada vez que lo hace dice sentirse cómodo en sus instalaciones “hay muchas cosas que mejorar, fortalecer los sistemas integrados al Metro y establecer prioridades, pero sin duda el Metro fue el inicio de un cambio no solo en términos de movilidad sino de cultura ciudadana”.

 

EnCicla, Metro cable, Tranvía, buses alimentadores, Metroplus  y Metro componen hoy todo un sistema de transporte seguro, económico y eficiente que enorgullece a los antioqueños por ser ejemplo de pujanza y de innovación en el que, como concluye el profesor Rodrigo Salazar Pinea, estuvo muy involucrada la Facultad de Minas, “yo me siento muy orgulloso de decir que la idea del metro vino de alguien de la Facultad de Minas, la ciudad de le debe mucho a la facultad, por eso y por muchos aportes en la movilidad”.

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