¿Cómo llegaron las diferentes colecciones al Museo de Geociencias de la Facultad?

Yohana Rodríguez Vega, estudiante del doctorado en Ciencias Humanas y Sociales de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín, estudia en su tesis de grado la emergencia de la geología en Colombia durante la primera mitad del siglo XX, con lo que ha analizado la procedencia de las diferentes muestras que han enriquecido al Museo de la Facultad de Minas que se reinagurará el próximo miércoles 11 de noviembre.

Muchos personajes han sido determinantes para la historia de las colecciones que se han conformado en el Museo de Goeciencias de la Facultad de Minas, ya sean de minerales, rocas,  fósiles, mapas, equipos antiguos, entre otros. Sus inicios pueden remontarse incluso a la creación de la anteriormente llamada Escuela Nacional de Minas en 1887, cuando su primer rector, Tulio Ospina Vásquez, creó el Gabinete de Mineralogía y de Geología y buscó enriquecer las muestras con salidas de campo, compras de colecciones en otros lugares del mundo, donaciones, e intercambios con otras instituciones.

Una modificación en el pensum de Ingeniería Civil y de Minas, la única carrera que se ofrecía en la Escuela, incorporó una asignatura de geología de campo en 1910, que incluía visitas al Suroeste antioqueño para conocer los trabajos que se adelantaban con el Ferrocarril de Antioquia, las minas de carbón de Amagá y las minas de Titiribí. Poco a poco fue emergiendo el estudio de la geología en la Escuela, a partir de la instrucción práctica y aplicada que esta institución ofreció a sus estudiantes.

El Museo de Geociencias también conserva una colección resultado del trabajo cartográfico que el alemán Emil Grosse elaboró sobre el suroeste de Antioquia, y que no existía para la época, donde se muestra la emergencia de la geología en el departamento. “Él vino alrededor de 1920 traído por el Ferrocarril de Antioquia, la Gobernación de Antioquia y la Escuela Nacional de Minas, que le pagaban parte del sueldo con la condición de que diera clases de geología, llevara a los estudiantes a campo, y trajera algunas colecciones. Su legado incluye muestras de rocas del trabajo que hizo para el Ferrocarril, de la zona carbonífera entre Bolombolo y Olaya, y mapas detallados realizados a partir de su trabajo de campo”, agrega Marion Weber, directora del Museo.

Mientras que el egresado Alejandro López Restrepo, quien en 1930 fue cónsul general de Colombia en Londres, también aportó para conseguir muestras que nutrirían el Museo, y adelantar contactos con universidades europeas para traer un profesor extranjero a la Escuela que impartiera la asignatura de Geología.

Yohana Rodríguez explica que las colecciones que se tenían se conocían como el Museo de Mineralogía y de Geología Tulio Ospina, nombrado así en honor a este personaje tras su fallecimiento en 1921. “Él siempre procuró tener colecciones representativas del mundo para que los estudiantes pudieran conocer la clasificación, tipos de rocas y minerales. Las colecciones adquiridas eran objeto de estudio por parte de los estudiantes y les correspondía analizarlas en los exámenes finales de Mineralogía del Soplete”.

Y agrega que desde que nació la Escuela, las colecciones se fueron consolidando con todas las muestras de rocas, fósiles y minerales que las investigaciones utilizaban, al igual que con la adquisición de equipos como microscopios petrográficos, brújulas y teodolitos para hacer trabajo de campo, equipos que también se conservan hoy en día en el Museo.

Mapas antiguos, libros y correspondencia también hacen parte de las colecciones, en su mayoría gracias a donaciones. Una de ellas corresponde al legado del egresado Gerardo Botero Arango, quien hizo su trabajo de grado en paleontología y recorrió varios rincones de Colombia recogiendo fósiles, especialmente del periodo Cretáceo. Tras su muerte en 1986, la familia de Botero donó este material junto con su correspondencia y escritos de clase al Museo.

Otro caso es el del egresado Hernán Garcés, el primer Doctor en Geología de Colombia, y quien junto a Gerardo Botero y Alejandro Delgado Trillos contribuyó con la creación de importantes empresas en el país como Ecopetrol, Ingeominas y Carbocol. También fueron fundadores del pregrado en Ingeniería de Geología y Petróleos de la Facultad en 1942.

Garcés falleció en 2006, y en 2014 una de sus hijas hizo la donación al Museo, que incluye gran parte de lo que quedaba de su biblioteca, de sus mapas de la planta de fundición de Peldar, archivos fotográficos desde que era estudiante en el colegio San José hasta que entró a la Escuela de Minas en los años 30, salidas de campo, registros del campus, entre otros. “Es un archivo muy rico porque nos ayuda a dar cuenta de la historia de la geología, de ese perfil de los ingenieros en Antioquia, y también parte de la historia de las instituciones desde lo empresarial y desde la misma Facultad de Minas”, afirma Yohana.

El Museo de Geociencias de la Facultad, que reabre sus puertas al público después de un proceso de remodelación, registra hasta el momento cerca de 3 mil muestras de minerales, 10 mil de rocas y más de 10 mil de fósiles, cifras que seguirán en aumento gracias a las donaciones que recibe de estudiantes, profesores y egresados. Hoy ofrece una estructura renovada con vitrinas diseñadas por los mismos estudiantes en compañía de un museógrafo, con el fin de ofrecer una experiencia más interactiva para los visitantes.