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Esta propuesta hace parte de la línea estratégica de Campus Sostenible, paisaje y recursos naturales, y a largo plazo pretende extender el área de protección de las quebradas para así garantizar la conectividad ecológica entre ellas y la regeneración natural de las especies que las habitan.

 

Hace 8 años cuando Sebastián Bernal García cursaba sus estudios de pregrado en la Facultad se asombraba por la gran biodiversidad del Campus Robledo, observaba constantemente diferentes especies como titís gris, cangrejos, búhos, lechuzas, iguanas, hongos, escorpiones o alacranes, aves de rapiña, guacamayas, entre otras; una de sus mayores preocupaciones era ver como se reproducían esas especies y el peligro inminente al que estaba expuestas cada vez que se podaba en los jardines de la institución.

 

 

Con ese mismo espíritu y con gran curiosidad era un recurrente explorador de las quebradas que atraviesan el Campus, “era desgarrador ver como estos refugios de fauna y flora, eran destruidos cada vez que se guadañaba en la Facultad de Minas, todos admiran esa biodiversidad, pero nadie era consciente del daño que se les hacía a estos espacios”, detalló este egresado de los programas de Ingeniería Administrativa y de la Maestría en Ingeniería - Ingeniería de Sistemas.

 

 

 

Por esas razones, y motivado por una mezcla de sentimientos hace un par de años, Bernal García, inició una labor titánica, buscar apoyo administrativo para lograr la suspensión de las actividades de guadaña sobre y cerca al caudal de las 3 quebradas que atraviesan en Campus, “La Moñonga”, una de la más afectada por el continuo corte del material vegetal; “La Gómez” y “El Chumbimbo”; y fue enmarcada en la estrategia de Campus Sostenible liderada por el profesor Santiago Arango Aramburo, adscrito al Departamento de Ciencias de la Computación y la Decisión, y la Decana, Verónica Botero Fernández, que encontró el apoyo que necesitaba para desarrollar un proyecto de protección a esas fuentes hídricas y la flora y fauna que la rodea.

 

“Cuando se iniciaron las reuniones para que la comunidad universitaria aportara con sus ideas a la construcción de un Campus Más Sostenible, me uní al equipo de la línea estratégica número 5, ´Paisaje y Recursos Naturales´ y con el liderazgo del profesor Oscar Echeverrí del Departamento de Ingeniería Civil se oficializó la idea de la necesidad de proteger las quebradas”, contó.

 

Este proyecto debía iniciar en el mes de marzo, pero debido a la pandemia se postergó, desde hace un par de semanas se comenzó la etapa de implementación con la gran ambición de lograr extender el área de protección de las quebradas para así garantizar la conectividad ecológica entre ellas y la regeneración natural de las especies que las habitan.

 

“Estas iniciativas surgen del reconocimiento de la comunidad universitaria de la crisis ambiental global que enfrenta la humanidad y de sus graves consecuencias, lo cual fue confirmado por la firma de más de 300 personas del manifiesto por un Campus Sostenible. Entre los efectos de esta crisis se destacan el cambio climático, el calentamiento global, la deforestación, el deshielo de los polos, la acidificación del océano, y la pérdida acelerada de biodiversidad. Este último tema, viene tomando más importancia desde la formación en 2012 del IPBES (Panel Intergubernamental de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos- por sus siglas en inglés-), que es el equivalente al IPCC (Panel Intergubernamental de Cambio Climático-. Igualmente, la pandemia actual ha vuelto a encender las alarmas por la pérdida acelerada de biodiversidad, debido al origen zoonótico del sars-cov-2. El cual fue altamente probable causado por un desequilibrio de las relaciones entre el tridente: humanos, animales y ambiente”, detalló.

 

Agregó que el procedimiento que se desarrolla se basa en la Ley 1450 de 2011, el Decreto 1076 de 2015, el Decreto 2245 de 2017, y la Resolución 957 de 2018, las cuales dan los lineamientos para el acotamiento de las rondas hídricas en Colombia. “Consiste a groso modo de medir una distancia desde el cauce de la quebrada y suspender cualquier actividad de guadaña en ese espacio. Para el caso de la Facultad de Minas tenemos lo siguiente:

 

 

 

 

La duración de esta primera intervención sería alrededor de un mes y medio. En este proyecto participan también el profesor Oscar Echeverri como líder de la línea estratégica paisaje y recursos naturales, Linda Berrío profesional de la Estrategia Campus Sostenible, y Mayra Bedoya profesional de apoyo de la dirección de ordenamiento y desarrollo físico.

 

Por: AMR   

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