La Biblioteca Hernán Garcés González con una inversión cercana a los 1.200.000.000 millones de pesos estará en renovación estructural durante los próximos meses. La apuesta es lograr modernizar el espacio conservando el valor patrimonial del edificio ya que éste está catalogado como bien de interés cultural de la nación. El espacio de uso de toda la comunidad universitaria no ha tenido intervenciones de estas características en las últimas décadas.
La biblioteca Hernán Garcés González que por el tiempo de obra estará en cinco salones del bloque M3; durante décadas esperó por una reforma estructural que permitiera una renovación no solamente de su aspecto físico si no también de su capacidad y servicios. Para Sonia María Valencia Grajales, Jefe división Bibliotecas la intervención apunta a “contar con un espacio más agradable y mucho más versátil y acordé a las nuevas tecnologías”.
El reto de la modernización en la biblioteca Hernán Garcés González es lograr una renovación del espacio conservando el valor patrimonial del edificio mediante la adecuación interior de los espacios físicos y la dotación del mobiliario. Pues la biblioteca presenta un alto grado de deterioro, producto del paso del tiempo; algunos problemas manifiestos en pisos, cielos, paredes, ventanas, cubierta y otros más serán intervenidos.
Con la intervención se pretende lograr entonces un espacio que se adapte a las funciones y espacios de las nuevas dinámicas educativas que mejoren la experiencia tanto de usuarios como de empleados que laboran en la dependencia.
Se modificará la distribución del espacio y se renovará el mobiliario, al igual que los acabados de pisos, cerramientos, cielos e iluminación, mejorando la sensación de confort y habitabilidad. Este proyecto ya cuenta con permiso del Ministerio de Cultura que es el ente encargado de regular las intervenciones en edificaciones declaradas Bien de Interés Cultural.
“La implementación de este proyecto mejorará la calidad del espacio de la biblioteca dando un enfoque de innovación y creatividad de acuerdo a los nuevos modelos de aprendizaje, mediante espacios abiertos que incentivan el trabajo en grupo y el uso de la tecnología. Al retirar el cielo existente, dejar las cerchas y cubierta a la vista, se logra tener una percepción de un espacio más amplio e iluminado”. Comparte sus impresiones Carolina Morena Bedoya, Arquitecta encargada de la modernización de la biblioteca y Especialista en Diseño Urbano.