Felicitamos a los profesores, estudiantes y egresados que hacen parte de este programa, uno de los más demandados de la Facultad, con una historia digna del lema de "Trabajo y Rectitud". ¡Que sean muchos más!.
La Facultad de Minas de la UNAL Medellín ha respondido desde su creación a los retos regionales y nacionales generados por las necesidades de desarrollo, modernización e industrialización del país. A finales del siglo XIX los egresados de la Facultad fueron pioneros en la explotación minera y metalúrgica; muy pronto, en los inicios del siglo XX la región tenía como desafío el desarrollo de todas las empresas industriales y la construcción y operación del Ferrocarril de Antioquia, un hito en la ingeniería donde los nuevos ingenieros antioqueños fueron los protagonistas, aplicando sus modernos conocimientos de la ingeniería. De hecho, uno de los más intelectuales ingenieros de la Escuela Nacional de Minas, el visionario Alejandro López I.C. en su tesis de grado logró superar el paso “La Quiebra” con el diseño del túnel del mismo nombre para permitir la llegada del Ferrocarril de Antioquia hasta el río Magdalena. López analizó todos los proyectos presentados hasta ese momento y diseñó la más rápida y eficaz salida al río Magdalena que vino a construirse 30 años después. Finalmente, esta obra obra que conectó a Medellín con el mar y con toda Colombia y facilitó la industrialización de Antioquia.
Asimismo, la institución contribuyó en el desarrollo hidroeléctrico y el conocimiento geológico del departamento y del país; en la formación de ingenieros en distintas áreas para el desarrollo de las más grandes empresas industriales tanto públicas como privadas en toda la nación. En ese mismo sentido, el ingeniero Alejandro López I.C. diría: “Dotar al país del verdadero tipo de capitán de industrias llegó a ser un ideal concreto de la Escuela de Minas.”
Y es que para el profesor Diego Germán Arango Muñoz , adscrito al Departamento de Ingeniería de la Organización, durante la primera mitad del siglo XX, los egresados penetraron en los niveles de dirección de las principales empresas colombianas, ocupando la mayoría de los cargos estratégicos. “Al indagar por las razones para ello, se encontró que la Institución había sido pionera internacionalmente en la introducción, por parte de Alejandro López durante la primera década del siglo XX, de sólidos fundamentos de administración en el plan de estudios. Lo anterior, unido a los principios de integridad, amor al trabajo y laboriosidad inculcados por la Escuela, explicaría el éxito de sus egresados en ese campo”, fragmento extraído del libro “La Facultad de Minas, 1970-2012” del escritor Luis Javier Villegas Botero.
En 1959 la facultad creó un nuevo programa, Ingeniería Administrativa, con el objetivo de responder a la demanda creciente de administradores para empresas industriales, comerciales y de servicios, no solo de la región sino también del país. “Era una época en la que nuestros egresados, Ingenieros Civiles y de minas, eran presidentes de compañías, gerentes, directores de corporaciones y líderes ciudadanos y entonces se empezó a sentir una creciente necesidad de tener una formación más sólida en ingeniería empresarial para suplir esa demanda”, explicó el profesor Arango Muñoz.
El autor del libro “La Facultad de Minas, 1970-2012”, es claro en mencionar en su escrito que en el transcurso de las conversaciones para definir el plan de estudios del nuevo programa surgieron algunas diferencias atribuidas a, incluir o no, los cursos básicos de matemática, física y química que recibían los demás ingenieros en la Facultad. A raíz de ese acontecimiento, un sector empresarial de Medellín decidió crear la Escuela de Administración y Finanzas, hoy Universidad Eafit que a propósito cumple este año sus 60 años, con el propósito de formar administradores de empresas según los lineamientos que esa élite consideraba pertinentes.
“La nueva carrera de Ingeniería Administrativa gozó de una rápida acogida entre los aspirantes y al año siguiente ya era la segunda en número de alumnos, solo superada por la de Ingeniería Civil. A partir de entonces la Facultad mostró un crecimiento notable en el número de alumnos y profesores”, fragmento extraído del libro “La Facultad de Minas, 1970-2012”.
“En octubre de 1958 la ANDI realizó el “Seminario sobre Administración Científica”. Como resultado de este seminario, surgió el Instituto Colombiano de Administración – INCOLDA, y se sentaron las bases para crear una “Escuela de Administración de Negocios”. La Facultad de Minas, fue seleccionada para llevar a cabo este esfuerzo, considerando su reputación y tradición educativa y la calidad de sus egresados en actividades de administración. Según los proponentes: “la tradición aquí establecida de trabajo intenso, de pensamiento analítico, de enfoque científico de los problemas constituye un ambiente excelente para la formación de jefes competentes de empresas´ ”, fragmento del artículo “Ingeniería Administrativa: un hito en la historia de la administración en Colombia, escrito por los profesores del Departamento de Ingeniería de la Organización, Flor Ángela Marulanda Valencia y Sergio Botero Botero.
Ese mismo texto reseña la siguiente cronología que igualmente se puede consultar aquí: https://bit.ly/2yZyo9J
-El 12 de noviembre de 1958, el Decano de la Facultad de Minas, Luis de Greiff, informó a los demás miembros del Consejo de Facultad que “ha tenido conocimiento de la posible creación en la Facultad de Minas de un curso de Administración Industrial con el auspicio de la ANDI”.
-El 5 de agosto del 59, en reunión ordinaria del mismo Consejo se reporta la presencia del profesor norteamericano Kenneth Matheson, Decano de la Escuela de Administración Industrial del Instituto Drexell de Philadelphia, cuya visita fue contratada por la Asistencia Técnica punto cuatro. El señor Matheson presentó el diseño de los planes y programas para lo que se llamaría “Sección Superior de Administración Industrial”.
-El plan de estudios propuesto consideraba asignaturas de contabilidad, mercadeo, finanzas corporativas, sociología y psicología generales, administración, economía internacional, estadística, relaciones industriales, legislación comercial, historia, seguros e inglés, además incluía tres semestres de industria. Los miembros del Consejo de Facultad, aprobaron el envío de la propuesta al Consejo Académico de la Universidad Nacional, máxima instancia académica de la Institución
-El Acuerdo 56 de 1959 del Consejo Académico “por el cual se crea la Sección Superior de Administración Industrial en la Facultad de Minas de Medellín”. En este mismo Acuerdo se estableció una apropiación de 50.000 pesos del presupuesto de la Universidad para 1960, para cubrir los gastos de organización y funcionamiento de la nueva dependencia.
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Flor Ángela Marulanda Valencia quien también es egresada del programa de Ingeniería Administrativa explicó que se estima que el programa empezó a funcionar aproximadamente a mediados del segundo semestre de 1960, “la Facultad también recibió estudiantes de primer semestre que se matricularon al programa completo de Ingeniería Administrativa, los cuales empezaron cursando las materias básicas para todas las ingenierías. Hubo, por tanto, dos planes de estudios, uno completo para estudiantes nuevos y otro para graduados o que hubiesen completado la formación básica en ingeniería”.
Ingeniería Administrativa ha sido uno de los programas más demandados de la Facultad de Minas. Sus egresados han impactado durante estos sesenta años tanto al sector público como privado, aportando una particular capacidad analítica fruto de su formación ingenieril y una sensibilidad social como resultado de pertenecer a una universidad pública líder en el desarrollo del pensamiento crítico.
La docente Flor Ángela Marulanda Valencia reconoce que este aniversario llega con grandes retos relacionados con el avance tecnológico, y una deuda que se tiene con el sector social, “la cientificidad de la administración está en las ciencias sociales, hacer énfasis en la sociología, antropología y sicología para tener mayor comprensión del ser humano. Igualmente hay que reconocer cualidades que nuestros estudiantes han ido adquiriendo: como la capacidad de autoaprendizaje, disciplina, creatividad, innovación y planeación”.
Al respecto el profesor Diego Germán Arango Muñoz explicó que el factor diferenciador del Ingeniero Administrador es que tiene integrado en su ADN el método pragmático de solución de problemas que enseña la ingeniería, además la calidad con altos estándares en la formación de matemáticas, física y métodos cuantitativos que le brinda la Universidad Nacional. Otra característica diferenciadora del Ingeniero Administrador, según el profesor Arango Muñoz, es su capacidad de construcción de modelos de ingeniería organizacional fruto del aprendizaje recibido en los cursos de investigación operativa, diseño de experimentos, simulación y modelos avanzados de interpretación de la realidad aplicados a las ciencias administrativas.
Para el profesor Arango Muñoz el reto tiene que ver con entender que el desarrollo del mundo va hacia la ciencia de datos, “quien va gerenciar esos procesos es el ingeniero administrador, los mercados no serán solo locales, sino internacionales, y la nueva sociedad que se debe construir post pandemia, con una ciudadanía más solidaria y más humana, y con un mercado más exigente y competitivo.
Eva Cristina Manotas, directora del Área Curricular de Ingeniería Administrativa e Ingeniería Industrial, aseguró que es maravilloso ver cómo se ha impactado el país con egresados que son líderes en áreas como: marketing, manufactura, talento humano, mercadeo, sistemas, finanzas, administración, economía, en proyectos de internacionalización, empresarios, investigadores y emprendedores.
La profesora Manotas comentó que se piensa hacer una celebración especial con los egresados de todas las generaciones y con los estudiantes actuales. Se había diseñado una celebración con toda la solemnidad requerida, que tuvo que postergarse debido a la situación de pandemia que está viviendo el mundo. El cronograma de celebraciones se aplazó para el segundo semestre de este año, cuando las condiciones sean más apropiadas y la dinámica de la universidad llena de estudiantes así lo permita. Esta es una fecha tan importante para la comunidad de la Ingeniería Administrativa, que grupos de estudiantes y egresados han comenzado a realizar reuniones y generar propuestas para la celebración de los sesenta años.
Al respecto el profesor Diego Germán Arango Muñoz agregó que es importante reconocer que el antecesor de la profesora Manotas en la dirección del área curricular, Giovanni Pérez Ortega, había diseñado un ambicioso plan de celebración, que también fue aplazado como consecuencia del movimiento estudiantil que paralizó las actividades académicas durante el segundo semestre del año anterior.
Nuestro reto es evolucionar, evolucionar de acuerdo con las necesidades que la misma sociedad nos está demandando. “Un ingeniero administrador innovador, emprendedor, que reconozca las necesidades del medio. Esta situación que actualmente estamos viviendo nos obliga a pensar los nuevos retos del ingeniero administrador, una persona innovadora, creativa, con una capacidad de pensamiento complejo, matemático, para tomar decisiones apropiadas”.
Para el profesor José Ignacio Maya Guerra, adscrito al Departamento de Ingeniería de la Organización el Ingeniero Administrador debe participar, especialmente en procesos de sostenibilidad y responsabilidad social de las organizaciones con los grupos de interés, incluso de aquellos sin voz. “Todavía necesitamos que las organizaciones sean más humanas. Y se debe transmitir eso a los estudiantes en conjunto con el emprendimiento e innovación, social y empresarial”.
Añadió, respecto a los retos que considera que es necesario incorporar competencias y habilidades en el liderazgo en las organizaciones, profesionales transformadores de las organizaciones. “Las organizaciones actuales enfrentan grandes cambios y esto exige grandes capacidades para liderar y gestionar procesos de innovación y transformación de visiones de futuro, productos, procesos, relaciones y configuraciones de las mismas organizaciones”.
A futuro Maya Guerra imagina un programa como una red de actividades donde estudiantes y profesores disfruten y aprovechen de la apropiación y aplicación de conocimiento a la vez que se vinculan con las comunidades para compartir las capacidades de la ingeniería. Es decir, “un ´parque´ de aprendizaje interactivo, colaborativo y no una maratón alrededor del plan de estudio para preparar trabajadores cualificados”. El estudiante debería disfrutar el estudio de la ingeniería y su estancia en la universidad, esto supone un gran reto para los docentes y la universidad en lograr identificar como las nuevas generaciones participan mejor de los procesos de aprendizaje, se empoderan de procesos de aprendizaje activo sin dejar a un lado los propósitos sociales”.
Por:(AMR)