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Este proyecto fue propuesto por 7 estudiantes de la Facultad de Minas UNAL Medellín en el curso de Seminario de Proyectos en Ingeniería. La idea es utilizar las colillas como materia prima para la producción de papel, ya que el acetato de celulosa puede ser transformado en pulpa de celulosa, que es justamente la materia prima del papel.

 

Cada 31 de mayo se conmemora el Día Mundial Sin Tabaco, una fecha que fue promulgada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo de informar, educar y concienciar sobre los efectos nocivos de su consumo; este año la campaña está basada en la protección a los jóvenes de la manipulación de la industria y prevenir su consumo de tabaco y nicotina.

 

A propósito de esta conmemoración, un grupo de estudiantes de la Facultad de Minas de la UNAL Medellín, desarrolló un proyecto que busca recolectar colillas de cigarrillos en puntos estratégicos del Valle de Aburrá y producir papel reciclado en tamaños regulares (como carta o A4).

 

Daniela Tapia Vásquez, estudiante de octavo semestre de Ingeniería Química aseguró que el propósito de este proyecto es mejorar la situación ambiental respecto a la contaminación generada por colillas de cigarrillo, y lograr mediante la recolección de estos desechos, una transformación en pulpa de celulosa, la cual se puede emplear como materia prima para la obtención de papel que se venderá a papelerías universitarias y mayoristas de la ciudad.

 

Simón Cuartas Rendón, estudiante de séptimo semestre del programa de Ingeniería Geológica afirmó que, hoy en día las colillas de cigarro representan un problema ambiental complejo, la mayoría de sus consumidores tienen el hábito de arrojar las colillas al suelo (dos terceras partes son tiradas de forma incorrecta) y no existen estrategias de su recaudación.

 

“El problema radica entonces en el filtro que tienen las colillas, las cuales poseen, entre otros, acetato de celulosa y elementos o compuestos que son altamente contaminantes (Cd, C7H8, Sb). De hecho, se estima que una sola colilla puede llegar a contaminar ente 8 y 500 litros de agua, en sus más de diez años de degradación. Se pretende prevenir que las colillas sean tiradas al suelo y puedan ser reinsertadas al mercado (amparándose en el concepto de la economía circular) mediante la generación de un producto (papel) que se base en las colillas como materia prima”.

 

Añadió que, en Medellín, anualmente las colillas se convierten en los desechos que más taponan los drenajes cada año. “El mayor reto está asociado en evitar que esos residuos lleguen a cuerpos de agua como los ríos o el mar; esas colillas afecten cursos fluviales y terminan en el océano, donde contaminan, afectan la calidad del agua y perjudican el ciclo ecológico de las especies.

 

Según datos que arrojó la indagación sobre el tema, el consumo de cigarro es un gran problema de salud pública (OMS): cada año se fuman aproximadamente 6.000 millones de cigarros en el mundo y 4.500 terminan en espacios públicos, residuos que pueden demorar hasta 120 años en descomponerse.

 

Tapias Vásquez explicó que el componente principal de las colillas de cigarrillo es el acetato de celulosa, celulosa que será el principal material para elaborar el papel. “Una vez recolectadas las colillas se someten a un pretratamiento que consiste en triturar las colillas, esas colillas se trituran en un reactor con una base fuerte (NaOH) diluida en agua hasta que al menos el 5% de los grupos acetilo hayan sido hidrolizados. De este proceso se obtiene celulosa en estado sólido y una solución en agua de los demás compuestos. Una vez obtenida la pulpa se procede al secado y aplastamiento que dan como resultado el papel como lo conocemos”.

 

Agregó que, para el proceso de producción de papel es necesaria una máquina de Fourfrinier, a la que entra la pulpa de celulosa y se encarga de realizar la extracción de agua y el aplastamiento del papel.

 

 

 

Al transformar estos desechos, y convertirlo en papel, se podría evitar, por cada tonelada procesada de esos desechos, la tala de 14 árboles. Las colillas pueden y deben ser recicladas, para ello el proyecto propone la instalación de recipientes (para depositar únicamente colillas de cigarrillo) en universidades, bares, discotecas y otros establecimientos en los que haya concurrencia de fumadores.

 

Santiago Giraldo Henao, estudiante de sexto semestre de Ingeniería Administrativa manifestó que el mercado objetivo serán las papelerías y litografías del Valle de Aburrá - Compañías que se dedican a la fabricación de cuadernos y otros productos de la industria papelera.

 

“Se propone recolectar la mayor cantidad de colillas posible a través de campañas que concienticen a los consumidores a arrojar las colillas en contenedores especiales que permitan su apagado y que eviten que sean empapadas por la lluvia”, indicó Giraldo Henao.

 

El costo unitario, resma de papel tamaño carta se vendería a COP$ 20.000. Del proyecto también hacen parte: Carlos Botero Ramírez; Felipe Murillo Carmona; Santiago Quintero Valencia y María F. Zabala Herrera.

 

Por: AMR

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