Un proyecto gestado en la Facultad de Minas para la instalación de un centro de experiencias vivas en la misma vereda El Vergel, adelanta una serie de prácticas agroambientales integrales para transformación de residuos sólidos y promoción de la educación sostenible de la mano de la Corporación Mujeres y Familias El Vergel —Cormufave—.
Desde que comenzó a formarse en la incertidumbre de la pandemia, esta corporación ha sido un referente de resiliencia y trabajo comunitario en San Antonio de Prado. Sus integrantes instalaron huertas comunitarias para promover la participación de las familias de la zona en actividades para la formación social y ambiental. El proyecto liderado por la profesora Luz Dinora Vera Acevedo, del departamento de Ingeniería de la Organización, les aporta una red de conocimiento y acción que trasciende el territorio.
Con el respaldo de la Red de Valorización de Residuos —Redvar—, de grupos de investigación como el de Economía y Medio Ambiente —GEYMA— y empresas aliadas como Pirsa, este centro de experiencias vivas fortalecerá las prácticas ambientales de la comunidad, la autogestión y la organización social. "El propósito va más allá de enseñar técnicas para el manejo de residuos o la creación de huertas, quiere afianzar una red de conocimientos compartidos que permita a la comunidad tomar decisiones informadas sobre su futuro, fortalecer sus capacidades autogestionarias y asegurar que sus prácticas sean sostenibles tanto a nivel ambiental como económico", explicó Vera Acevedo.
A pesar de la dedicación y esfuerzo de las mujeres y familias de El Vergel, la necesidad de fortalecer la gestión administrativa y optimizar las técnicas de manejo de residuos era latente, por ello, el proyecto de implementación de un centro de experiencias vivas, gestado desde la Facultad de Minas, sirvió para formar a los miembros de la Corporación y a la comunidad en prácticas sostenibles y de autocuidado ambiental. "Este centro será un lugar para experimentar, aprender y transformar. Queremos que las personas se apropien de los conocimientos y las herramientas necesarias para ser autosuficientes en sus hogares y para aportar a la salud del medio ambiente", afirmó la investigadora.
Este proyecto hizo parte de la Convocatoria Nacional de Extensión Solidaria 2024 que está enfocada en construcción de paz, desarrollo sostenible y adaptación al cambio climático. "En esta región, las mujeres han jugado un rol fundamental en la preservación del entorno natural y en el trabajo colectivo. Es importante que no solo aprendan a manejar los residuos, sino que también se reconozcan como agentes de cambio en sus comunidades", subrayó Vera Acevedo.
A través de consultorías, el equipo de la Facultad de Minas identificó las debilidades y necesidades de la Corporación por lo cual se enfocó en la consolidación de los procesos productivos y de formación en gestión administrativa para generar una fuente adicional de ingresos para esta comunidad. “No llegamos a entregarles una solución que teníamos debajo del brazo, todo fue un trabajo concertado. En consenso, propusimos automatizar la huerta y el desarrollo de una aplicación móvil para registrar qué residuos trae cada familia, lo cual permite ver en cualquier momento qué elementos aportó cada persona en cada parte del proyecto”, declaró Freddy Bolaños Martínez, profesor del departamento de Energía Eléctrica y Automática de la Facultad de Minas y uno de los integrantes de la iniciativa.
La labor de Cormufave está conectada con una red de empresas comprometidas con la gestión ambiental, como Pirsa, que aportan su conocimiento en la gestión de residuos orgánicos. De esta manera, el proyecto tiene un enfoque integral que abarca desde la educación y formación hasta la creación de redes económicas y sociales para garantizar la sostenibilidad en el tiempo.
Con la implementación del centro de experiencias vivas, San Antonio de Prado iría en la vía de convertirse en referente en manejo de residuos y agroecología, con la comunidad como protagonistas. "Este no es solo un proyecto de intervención, sino un proceso de transformación social que busca que las personas, especialmente las mujeres, se empoderen para cuidar de su entorno y de sus familias, mientras generan un impacto positivo en su comunidad", concluyó Vera Acevedo.
Por Natalia Piedrahita Tamayo