Hernán Darío Álvarez Zapata, profesor adscrito al Departamento de Procesos y Energía será un maestro difícil de olvidar, luego de 31 años, finalizó su etapa como docente en la Universidad Nacional de Colombia y disfrutará de su jubilación.
Trayectoria académica
En 1991 obtuvo su título profesional como Ingeniero Químico en la Facultad de Minas como mejor graduado, dos años más tarde, en 1993 ingresó como docente en la institución. En 1995 se graduó como magíster en Ingeniería de Sistemas de la UNAL sede Medellín, y en el año 2000 logró su título de doctor en Ingeniería en la Universidad Nacional de San Juan, Argentina, con su tesis sobre control predictivo basado en modelo borroso para el control del pH, la cual fue calificada como Meritoria.
Aunque como estudiante de pregrado pasó por la Universidad de Antioquia y el Politécnico Jaime Isaza Cadavid, sus años de estudiante en la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín son los que más le llenan el corazón de emociones. "Desde la primera vez que pisé el Núcleo El Volador a finales de 1980 y descontando los años que estuve en industria, son 41 años habitando estos campus. He visto la evolución de estos espacios y también el cambio generacional de sus habitantes. Para mi la Facultad y la Universidad son una parte fundamental de mi vida, con todas las emociones vividas, todos los aprendizajes adquiridos y todas las amistades construidas durante todos estos años".
Llegó a la docencia tras estar varios años en la industria y relató que fue encontrar su verdadera profesión. Se dio cuenta de lo importante que era para él motivar a otros a adentrarse en el conocimiento. "Sentí esa satisfacción por dar, más que por recibir, aunque de los estudiantes, siempre recibí cosas maravillosas: su curiosidad, sus deseos por aprender, sus ganas de superarse, su empeño por lograr la meta de su título profesional, pero sobre todo su respeto y cariño. Para mi ser docente fue un encuentro lleno de amor con mis capacidades, gustos y aptitudes para guiarme en la ruta del aprendizaje".
Durante más de tres décadas el docente ocupó diferentes cargos académico-administrativos como director Laboratorio de Operaciones Unitarias, director Revista DYNA, coordinador de la Maestría en Ingeniería Química, vicedecano de Investigación y Extensión, director de Extensión Universitaria, director de la Oficina de Posgrados, entre otros.
Asimismo, dictó cursos como modelamiento de sistemas dinámicos, control de procesos químicos, operaciones de transferencia I y II, Control I y II, operaciones de transferencia de masa, control basado en modelo, seminarios de investigación, entre otros. Dirigió más de 50 trabajos finales de grado, más de 20 tesis de maestría y más de 16 tesis doctorales entre dirección y codirección. Igualmente participó en más de una decena de libros y capítulos de libros, así como en más de 77 publicaciones de revistas científicas indexadas.
El docente espera que su paso por la Universidad haya dejado aprendizajes significativos en muchas de las personas con las que interactuó. "Espero que para buena parte de mis exalumnos el recuerdo de nuestras clases y nuestras charlas de asesoría les genere una sonrisa de felicidad y les traiga a la mente algo que aprendieron, todavía recuerdan y aplican en su desempeño profesional o su vida cotidiana. Quiero que me recuerden como un profesor, un investigador y un extensionista que siempre estuvo dispuesto a escuchar a cualquiera que considerara que algo podía aportar. En mis colegas espero dejar el recuerdo de un compañero con el que siempre se pueda armar equipo, tener discusiones constructivas y trabajar juntos".
Respecto a los retos que tiene la educación en Ingeniería este maestro explicó que el primero tiene que ver con la motivación de los jóvenes por carreras como las ingenierías que exigen dedicación, lectura, ejercitarse en calcular, entender los conceptos bien y abstraer de la realidad el objeto de interés. Segundo, encontrar la forma de integrar armoniosamente las herramientas de Inteligencia Artificial al conocimiento, el aprendizaje y el ejercicio de la Ingeniería, pero sin detrimento del conocimiento humano y evitando caminos alternos al análisis y a la síntesis humana, pasos fundamentales para que nuestra especie sigue aumentando el acervo cultural, como desde siempre se ha hecho, y no se deje esa labor a las máquinas.
Repositorio de mensajes
Sus estudiantes, colegas y egresados extienden un mensaje de agradecimiento y exaltación por el gran trabajo realizado en esta institución.
Lina María Gómez Echavarría, docente del Departamento de Procesos y Energía, destacó del docente su generosidad, y su disposición para compartir su saber y su conocimiento, además del buen trato a todas las personas, colegas, estudiantes, trabajadores, siempre con una sonrisa, una palabra amable, es de admirar su calidez y su pasión por la ingeniería, un profesor excepcional.
Héctor Antonio Botero Castro, docente del Departamento de Energía Eléctrica y Automática, aseguró que es una profesional en todo el sentido de la palabra, "tiene una alta capacidad para compartir sus conocimientos y su tiempo y una gran actitud de responsabilidad al trabajo y a los compromisos adquiridos, lo cual pude ver tanto como su estudiante de doctorado y luego como compañero de trabajo".
Botero Castro añadió que su enseñanza no es sólo la transmisión fría de información, sino toda una experiencia de vida que ha motivado a otras personas a seguir su ejemplo. "Es un universitario integral que ha sabido combinar la formación profesional con la formación humana, y todo esto hecho con el mayor amor posible. Merece mención aparte todo el legado escrito que deja Hernán, el cual va desde sus libros de cursos hasta artículos de investigación de la más alta calidad".
Jaime Aguirre Cardona, profesor jubilado del Departamento de Procesos y Energía, nos contó que conoció a Hernán Darío como su profesor y como colega, fue su compañero de oficina durante varios años. "Puedo decir que aprendí mucho de él, por ejemplo, su compromiso con la docencia, sus métodos de enseñanza y de la relación profesor-estudiante basada en la confianza y el respeto mutuo. Ha sido un profesional líder de la Facultad, con reconocimiento nacional, en los campos del modelado y del Control de Procesos Químicos, dejando una escuela para las futuras generaciones de nuestra universidad. Admiro a Hernán Darío su sentido de la amistad, su lealtad siempre presente y su capacidad para maravillarse con la ciencia y con las cosas pequeñas de la vida".
Mónica Ramírez Ospina, egresada de Ingeniería Química, expresó que es un profesor con mucha vocación, se le nota que ama lo que hace y que enseña desde el alma cumpliendo con su propósito de vida. Su forma de transmitir el conocimiento engancha, es magnética. Se preocupa por aterrizar los conceptos para que sean comprensibles por los estudiantes. Es cercano pero sumamente respetuoso. Entiende la docencia como una forma de impactar vidas más allá de lo intelectual, por eso compartió siempre aprendizajes propios y nos motivó a ser más cultos. "Es un ser humano admirable, un verdadero ejemplo a seguir. Me siento muy orgullosa de haber sido su alumna de pregrado, su dirigida en posgrado y su amiga personal. Para mí el legado de Hernán es la integralidad, pareciera que tuviera todas las cualidades y todas las áreas de su vida balanceadas en la justa medida. Y al encarnar sus cualidades se convierte en una persona inspiradora y digna de admiración".
Alejandro Zapata Pérez, estudiante de Ingeniería Química, manifestó que cada una de sus clases estaba cuidadosamente preparada, y su manera de explicar los conceptos era clara y accesible, permitiendo que incluso los temas más complejos se sintieran comprensibles. "Con ejemplos que se ven en la industria esto refleja no sólo su dominio de la materia, sino también su compromiso con nuestra formación académica.Una de las cualidades más admirables del profesor Hernán es su actitud positiva y su capacidad para motivar. Nunca lo vi perder la paciencia o mostrar una mala cara; al contrario, siempre estaba dispuesto a resolver nuestras dudas con una sonrisa y una palabra de ánimo".
Para este estudiante el profe Hernán ha sido uno de los mejores profesores que he tenido, y su legado no solo quedará en los conocimientos adquiridos, sino en las lecciones de vida que nos ha dejado y quiero aprovechar para darle las gracias al profe Hernán por todos los años de entrega a la universidad, le deja un gran legado a la universidad, pero también le deja un gran vacío.
Paula Andrea Atehortúa, egresada de Ingeniería Química, expresó que Hernán dejará un legado invaluable en cada una de las personas que tuvieron la fortuna de ser sus alumnos y en mi caso particular como director de tesis de Maestría. Destaco su entrega, dedicación, paciencia y pasión en la formación de sus estudiantes y dirigidos, además de ser retador para sacar lo mejor de cada persona como profesional y como ser humano. Una profunda admiración por su profundidad en el conocimiento, exigencia para entregar el conocimiento de punta y todo desde su conducta serena y firme. Hernán es un ser humano excepcional, un maestro ejemplar que actúa siempre con rectitud, disciplina, y seriedad. Le agradezco profundamente todo lo que ha hecho por mí como persona y profesional. Inmensa gratitud por todo lo que nos ha enseñado con dedicación y ahínco para la vida.