Finalizaron con éxito las primeras cohortes de los programas de Ingeniería de Administrativa e Ingeniería Industrial desarrolladas por la Facultad de Minas en Orinoquía, una de las Sedes de Presencia Nacional (SPN) de la UNAL.
Beatriz Elena Henao Patiño, profesora del Departamento de Ingeniería de la Organización, quien dictó el curso ´Introducción a la Ingeniería Industrial´, aseguró que gracias al Programa de Admisión Especial con Enfoque Territorial (PAET), 52 estudiantes, 16 de Ingeniería Administrativa y 36 de Ingeniería Industrial iniciaron su formación profesional.
El programa PAET se da en el marco de la apuesta de fortalecimiento de las Sedes de Presencia Nacional, el cual tiene como objetivo, “focalizar la acción de la Universidad hacia el desarrollo regional, integrando aspectos sociales y orientando la gestión de conocimientos de manera acorde a las necesidades de las regiones y sus comunidades”. (Para conocer más sobre la Resolución 1271 del 5 de diciembre de 2023 emitida por la rectoría donde se reglamentó el PAET dar clic aquí).
Inicialmente, tanto el docente, Giovanni Pérez Ortega quien dictó el curso de “Introducción a la Ingeniería Administrativa” y la docente Henao Patiño, ambos adscritos al Departamento de Ingeniería de la Organización, llevaron a cabo los cursos a través de clases espejo, una herramienta para la enseñanza-aprendizaje que permitió que estudiantes y docentes transmitieran sus clases desde Medellín hasta la sede Orinoquía, sin embargo, por las dificultades de infraestructura tecnológica de la (SPN) no fue posible, y se optó por realizar las clases presenciales intensivas en la sede de Orinoquía.
A continuación, la docente nos cuenta más sobre esta experiencia, su visión sobre los estudiantes, las fortalezas de la sede y los retos a futuro…
Daimer Higuita López, director del Área Curricular de Ingeniería Administrativa e Ingeniería Industrial y quien se encuentra liderando este proyecto con la Sede Orinoquía, expresó que la Facultad y la UNAL continúan fortaleciendo su quehacer misional en la formación integral de jóvenes capaces de transformar sus territorios y desde ellos construir nación. Serán profesionales agentes de cambio, con las aptitudes necesarias para seguir aportando al desarrollo y crecimiento de sus comunidades.
Karen Yulieth Contreras Báez tiene 19 años, fue una de las beneficiadas con el programa PAET, es estudiante de Ingeniería Industrial y manifestó que vio en esta profesión, una posibilidad de mejorar su calidad de vida, “ha sido una experiencia excepcional, espero aportar a la industria y a la sociedad, tengo fe de que las bases que nos ha dejado este primer semestre serán nuestra fortaleza para lo que viene, realmente puedo decir que fui afortunada con mi decisión ya que conocí muy buenos compañeros y docentes que me inspiran a seguir luchando por mis sueños”.
Contreras Báez, agregó que, “realmente la universidad me inspiró a creer que hay algo más que aportar al mundo, no todo está inventado y sé que hay muchas cosas en las cuales se puede innovar, creando nuevas alternativas como solución a diferentes problemáticas, sueño con lograr dejar una huella positiva en el medio ambiente y que si de una u otra manera lo puedo convertir en algo rentable para que sea mi fuente de ingresos sería maravilloso, ya que mi mayor meta es poder garantizar una buena calidad de vida, a mi familia y lograr la estabilidad que tanto he anhelado”.
Otro de los estudiantes favorecido con el programa PAET es Yhan Carlo Blanco Gélvez, tiene 18 años y es estudiante de Ingeniería Industrial, expresó que como estudiante de primer semestre se le dificultó comprender algunos temas, pero las enseñanzas, los consejos y los ejercicios realizados en clase fueron una gran motivación para seguir adelante, “a pesar de algunas dificultades para realizar la sesiones, la profesora siempre encontraba la manera de dar continuidad, eso fue lo que más me gustó, cómo se interesaba, cómo nos enseñaba, nos platicaba, nos aconsejaba, pienso que es una gran maestra y ejemplo a seguir”.
Blanco Gélvez, expresó que ser estudiante de una de las mejores universidades de Colombia, lo llena de alegría y orgullo, “la universidad es un gran lugar en el que nos preparamos para ser mejores cada día como persona y como profesional, especialmente recibir el programa desde la Facultad de Minas, es sinónimo de reconocimiento y alta calidad”.
Tanto estudiantes como docentes destacan que la sede Orinoquía es especial por su biodiversidad, el respeto por la naturaleza, la filosofía que tiene sobre el medio ambiente y la conciencia social, “en cada espacio de la sede se respira aire puro, lejos de todo el ruido de la ciudad con un clima fresco y agradable. El lugar propicio para el esparcimiento y conocimiento, la sede te permite conectar con la naturaleza y a la vez contigo mismo algo que para mí tiene un valor inigualable”, puntualizó Contreras Báez.