Escudo de la República de Colombia

Durante dos meses se llevó a cabo este proceso. El mexicano Rodolfo Vallín Magaña, uno de los restauradores más importantes de Latinoamérica, junto con su auxiliar, Jairo Mora fueron los encargados.

 

Jairo Mora fija su mirada en el rostro de uno de los personajes que componen la obra denominada, “Creación de las Repúblicas Latinoamericanas”, con su mano derecha da varios pincelazos que dan vida a los diferentes contextos que intentó representar el  maestro Pedro Nel Gómez.

 

Así, y durante dos meses, tanto Mora como el maestro Rodolfo Vallín Magaña, colocaron a punto las pinturas que fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Nación desde 1994 y que adornan el emblemático edificio del Bloque M3.

 

Rodolfo Vallín Magaña, es uno de los restauradores más importantes de Latinoamérica, en el año 2015 restauró los frescos del Aula Máxima. El maestro Vallín ha trabajado en países como México, Chile, Argentina, Perú, Bolivia y Ecuador con pinturas murales desde la época prehispánica hasta la época colonial.

 

Tras la restauración, que regresó la coloratura natural a los frescos, el maestro declaró que es importante continuar con un adecuado mantenimiento.

 

“Las pinturas ya quedaron pero hay que cuidarlas, hay que hacerles la limpieza apropiada cada seis meses sin maltratarla y, muy importante, hay que recordar la protección de los árboles para evitar que los rayos solares la afecten directamente”, dijo.

 

Por su parte, Mora quien día a día estuvo al frente de la restauración, aseguró durante el proceso pudo notar que deambulaban miradas de asombro, “los estudiantes preguntaban, se inquietaban, daba la sensación que era la primera vez que miraban hacia arriba. Muchos profesores quizás llevan años acá y sienten las pinturas como suyas, hay un gran sentido de pertenencia”.

 

Respecto a la obras del maestro Pedro Nel, Vallín recalcó que es un gran admirador, “me encantan porque tiene una gran fuerza, es algo que los muralistas buscaban, que impresionaran y cuestionaran al público normal, no a los conocedores ni a los intelectuales, sino a la gente del pueblo; que de algún modo se viera reflejados en ellos mismos”.

 

Lo más complejo de este tipo de restauraciones, según los expertos restauradores, fue la limpieza que se realizó en la parte de América porque era donde más afectado estaba el pigmento; allí fue necesario hacer, inicialmente, un trabajo de consolidación al estrato pictórico y, posteriormente, empezar con el proceso de reintegración.

 

Diego López, profesor de la Facultad de Arquitectura e interventor del proyecto de restauración, afirmó que este es un primer paso de restauración que tendría que llevar a un gran proyecto de consideración sobre el patrimonio artístico y cultural que tiene la Universidad, representado en muchas obras y que se puedan intervenir en términos de rescate.

 

Al respecto, Juan Camilo Restrepo Gutiérrez, vicerrector de la Sede señaló que el trabajo de restauración fue de gran factura y que vale la pena tener en cuenta la postura que planteó el maestro Vallín con el fin de mantener a punto las obras.

 

Los grabados del bloque M3 de la Facultad de Minas contienen tres momentos artísticos. Por un lado está retratado el trabajo en las minas rodeado del ambiente dominado por la selva y la montaña; de otro aparece la nebulosa espiral y la ciencia, junto al nacimiento de las repúblicas americanas; finalmente está el despertar de la ciencia, la astronomía y la física moderna.

 

(Por/fin)

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