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Ni canteras, ni construcciones podrían funcionar en la cadena montañosa que conforma el Valle de Aburrá, pues por su geomorfología es un macizo rocoso susceptible de deslizamientos.

 

 

Según el geólogo Oswaldo Ordóñez Carmona, de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Medellín, las laderas de la zona –desde Zamora hasta más abajo de Copacabana– pueden presentar aludes y caída de materiales.

 

Varios proyectos adelantados en esta zona por la U.N. Sede Medellín han establecido que por sus características geológicas las pendientes pueden presentar movimientos en masa por las unidades de rocas fracturadas. Así lo dijo Albeiro Rendón, profesor del Departamento de Geociencias y Medio Ambiente de la Facultad de Minas de la U.N. Sede Medllín, quien explica que las laderas son una particularidad de la topografía antioqueña. “Por las condiciones intrínsecas del material se sabe que existen factores detonantes de los movimientos en masa, y se ha demostrado que las lluvias acumuladas en días previos son importantes”, dijo.

 

Según el experto, aunque esta es la principal hipótesis del deslizamiento ocurrido el pasado miércoles 26 de octubre en la Autopista Bogotá-Medellín, no es posible asegurarlo con certeza. Este se originó en la cantera Las Nieves, en jurisdicción de la vereda El Cabuyal del municipio de Copacabana.

 

Al respecto, el profesor Rendón recomienda a las entidades encargadas tener en cuenta los antecedentes como el alud de tierra que en 2010 se llevó el barrio La Gabriela, de Bello, o el deslizamiento del 27 de abril de 2011, que destruyó 10 casas de los sectores Los García y la Loma de los Duque, en Copacabana, también sobre la Autopista.

 

Así mismo, en 2013, el profesor Ordóñez Carmona y el estudiante de Ingeniería Geológica, Wilmer Giraldo Ramírez, publicaron en la Revista Boletín Ciencias de Ciencias de la Tierra la investigación “Problema geotécnico del km 6 de la Autopista Medellín-Bogotá: antecedentes, causas y soluciones alternativas”.

 

El documento señala que, con base en fotointerpretación y trabajo de campo en geología y geomorfología, se identificó y delimitó la “cicatriz de un antiguo y gran movimiento en masa reactivado por las fuertes lluvias presentadas en la zona, provocando deslizamientos más pequeños que afectan la vía y las construcciones aledañas”.

 

En tal sentido, recomendó plantear mejores estudios geomorfológicos para construir en zonas de ladera del Valle de Aburrá, y buscar alternativas como viaductos y túneles para darle una solución definitiva al problema geotécnico en la vía, ya que las medidas tomadas hasta ese momento fueron ineficaces.

 

Según la investigación, el problema geotécnico se remonta a 2008, cuando se observaron grietas que no fueron analizadas por ausencia de evidencias o reportes de inestabilidad en el área. Sobre los factores que influyeron para se diera el deslizamiento se ha hablado de las canteras de explotación de arena y grava del sitio. “En la explotación minera –en este caso las canteras– existen técnicas de ingeniería para hacer una labor adecuada en este tipo de proyectos”, expuso Rendón.

 

El experto dijo que el desarrollo de la ciudad necesita cada vez más materia prima para la construcción, y en el Valle de Aburrá hay algunas potencialidades de extracción. Sin embargo señaló que las autoridades competentes “tendrían que hacer un trabajo más detallado de ordenamiento territorial en estos sectores”.

 

Para el docente, “lo que sí es claro en el Valle de Aburrá es el impacto visual y paisajístico que se tendrá que considerar cuando se abandonen las actividades, es decir cómo debe restaurarse el paisaje”.

Cortesía Unimedios Medellín

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