El 25 de noviembre se conmemora el Día internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres; en este día las mujeres del mundo se movilizan para exigir a gobiernos e instituciones, políticas públicas, recursos y acompañamientos efectivos para prevenir, mitigar y erradicar las violencias basadas en género.
Este día está marcado por historias y experiencias devastadoras que levantan reflexiones profundas sobre la naturalización de las violencias de género, y su fecha se definió en homenaje a las hermanas Mirabal, asesinadas el 25 de noviembre de 1960 en República Dominicana a manos del régimen de Rafael Leónidas Trujillo, por su activismo político y la formación del movimiento de resistencia contra el dictador.
La lucha por la erradicación de estas violencias no es algo nuevo, ha estado presente a través de los años y es objetivo fundamental de diversos movimientos, partidos y personas. El #25N ha sido un día para la reflexión y la movilización en diferentes frentes, por ejemplo en 1981 se realizó el primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe en honor a las hermanas Mirabal, también conocidas como “Las Mariposas”; este encuentro marcó la historia de las luchas feministas en nuestro país y fue espacio para que mujeres de países latinos donde aún perduraban las dictaduras construyeran colectivamente formas de resistencia civil a las violencias políticas que sus gobiernos imponían sobre ellas. En 1993 las Naciones Unidas emite la “Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer”, que define las violencias basadas en género como “todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la prohibición arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la privada”. Finalmente en 1999 la Asamblea General de las Naciones Unidas designa el 25 de noviembre como el Día internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres, una declaración vital para que gobiernos, instituciones y personas se movilicen en pro de agendas que pongan el cuidado de la vida en el centro y se ocupen de la reestructuración de las formas políticas que perpetúan las violencias basadas en género.
Las violencias contra las mujeres y las niñas son una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras del mundo y quizás en donde reposa la mayor impunidad para quiénes la perpetúan lo que lleva al silencio y la estigmatización de las víctimas.
En forma general, la violencia se manifiesta de forma física, sexual y psicológica e incluye:
- violencia por un compañero sentimental (violencia física, maltrato psicológico, violación conyugal, femicidio);
- violencia sexual y acoso (violación, actos sexuales forzados, insinuaciones sexuales no deseadas, abuso sexual infantil, matrimonio forzado, acecho, acoso callejero, acoso cibernético);
- trata de seres humanos (esclavitud, explotación sexual);
- mutilación genital, y
- matrimonio infantil.
Las violencias manifiestas en diferentes formas van más allá de los ataques directos, las desventajas tempranas en materia de educación no solo constituyen el obstáculo principal para alcanzar la escolarización universal y hace cumplir el derecho a la educación de las niñas, luego también le restringe el acceso a la educación superior a la mujer y limita sus oportunidades de empleo.
Aunque todas las mujeres, en todas partes del mundo, pueden sufrir violencia de género, algunas mujeres y niñas son particularmente vulnerables, ejemplo de ellas son las niñas y las mujeres más mayores, las mujeres que se identifican como lesbianas, bisexuales, transgénero o intersex, las migrantes y refugiadas, las de pueblos indígenas o minorías étnicas, o mujeres y niñas que viven con el VIH y discapacidades, y aquellas en crisis humanitarias.
Este #25N participa de las diferentes actividades que tendremos en nuestra Universidad, ponte las gafas violeta y participa de la transformación por una vida libre de violencias.