El legado de una mujer de mente brillante, apasionada por la docencia y la geología estructural

Toda la comunidad universitaria de la Facultad de Minas y de la Universidad Nacional de Colombia en general, lamenta profundamente el fallecimiento de la Ingeniera Geóloga Ana María Abad Posada, profesora adscrita al Departamento de Geociencias y Medio Ambiente, una gran pérdida para la institución. 

 

 

 

“Detrás de su excelencia académica y profesional y su ser maravilloso, siempre estuvo su valentía y calma para todo”, así la describió su gran amigo y profesor, Alejandro Chica Sánchez quien relató que desde que fue su estudiante en “Análisis de Estructuras Geológicas”, en la década de los 90´s, supo que sería la mejor heredera, incluso llegó a ser monitora y posteriormente docente de ese curso, “tenía el arte de combinar de manera perfecta la investigación y su aplicación, su capacidad intelectual era enorme, una mujer simpática, amable, carismática y positiva”.

 

 

Ana María Abad Posada ingresó al programa de Ingeniería Geológica en 1995, se graduó en el 2002 y al año siguiente viajó a Brasil a realizar su maestría en Geología Estructural y Tectónica en la Universidade Federal de Ouro Preto, Brasil. Era una enamorada de los volcanes, de las auroras boreales y de los gatos, apasionada por el conocimiento, la docencia, disfrutaba al máximo el Halloween y las cosas simples de la vida.

 

 

Trabajó en la Gobernación de Antioquia, en Mineros S.A., en la Sociedad Kedahda S.A., Anglogold Ashanti, Cordillera Exploraciones Mineras, en Solingral, Integral S.A. como coordinadora de proyectos, fue gerente de GeoBlast S.A., profesora de cátedra de la Universidad Eafit, y estuvo en la Facultad de Minas como docente aproximadamente desde el 2010. 

 

 

Hernán Martínez Carvajal, egresado del programa de Ingeniería Geológica de la Facultad de Minas, profesor adscrito al Departamento de Ingeniería Civil y quien trabajó con Abad Posada en Integral S.A. expresó que Ana fue una de esas estudiantes que nunca olvida, disciplinada, con una gran calidad académica, apasionada por la ciencia, y comprometida con el trabajo, "siempre admiré el amor y dedicación con los alumnos, incluso en el ámbito laboral, todos querían trabajar con ella".

 

 

Oswaldo Ordóñez, profesor adscrito al Departamento de Geociencias, director del Grupo GEMMA, aseguró que Ana se convirtió en parte de su familia, algo así como una ´prima´ o una ´hermana´, "es una de las personas más nobles que he conocido, buena gente, dedicada, un ícono en la geología estructural, era adorada por todos. De esas personas tan especiales que eternamente se quedan en la mente y en el corazón ".

 

 

Flor Patricia Ángel Cárdenas con quien también compartió más de 20 años de amistad la describe como una mujer honesta, feliz, una guerrera incansable, con una bondad caritativa admirable, académica al 100%, entregada y dedicada, "siempre recordaré sus ganas de vivir, los momentos compartidos, el brillo de sus ojos y su hermosa sonrisa. Amaba viajar, ir a los parques, disfrutar de la vida con sus amigos y su familia e incluso de su soledad, además de jugar con sus 3 gaticos”.

 

 

Adriana Marcela Blanco Palacio, egresada del programa de Ingeniería Geológica contó que tuvo la gran fortuna de conocer su faceta como profesora y como compañera de trabajo; primero en el curso de Geología Estructural y luego cuando Ana María la seleccionó para hacer la práctica en la empresa Integral S.A. en el proyecto de catálogo de fallas activas de Colombia.

 

 

“En el curso me hizo amar la geología estructural, fue una de mis materias favoritas, dado que transmitía una gran pasión por las estructuras geológicas, pasión que compartíamos. Realmente marcó mi vida de una manera muy especial, ella abrió las puertas a la vida que tengo como profesional y estaré siempre agradecida con ella. Como compañera de trabajo era muy exigente, siempre estaba estudiando o mirando erupciones volcánicas o fallas, también era muy perfeccionista, le gustaba que todos los trabajos que ella presentaba quedaran impecables”, agregó Blanco Palacio a la vez que recordó que, en un acto de solidaridad, en su momento, Ana, reunió el dinero con los compañeros de la empresa para conseguir su tarjeta profesional, tras obtener su título.

 

 

Esteban Cortés, egresado del programa de Ingeniería Geológica de la Facultad de Minas, destacó que, "era una excelente pedagoga, siempre estaba pendiente de las necesidades de los estudiantes, se preocupaba por la comprensión teórica de sus clases. Su dedicación se podía notar incluso en la elaboración de material académico extra, como por ejemplo sus videos en YouTube donde recopilaba el contenido de los elementos de la geología estructural. Su amor por la docencia y la geología saltaban a la vista”.

 

 

Y es que es precisamente ese compromiso y dedicación a la docencia uno de los mayores legados de esta científica quien creaba canales de YouTube donde explicaba los conceptos de sus clases para que los estudiantes las repitieran y fortalecieran los contenidos, además diseñó un sitio web (www.geologiaestructural.com) en el que ofrece un excelente desarrollo teórico-práctico de la geología estructural, base de su curso académico; además, escribió un libro sobre esta disciplina del saber geológico. Sus estudiantes relatan que sus diapositivas y guías eran impecables. Canal de Youtube #1 Canal de Youtube #2

 

 

Al respecto, David Zapata Valencia, egresado del programa de Ingeniería Geológica y quien fue su monitor, expresó “ella se encargó de enamorarnos de la geología, incluso incidió en la razón por la cual me cambié de carrera. Ya se imaginan la capacidad de influencia e inspiración que tenía. Fue muy amena, y trataba a sus estudiantes como amigos. Fue mi mentora, desde el primer semestre hasta la graduación”.

 

 

Uno de los últimos mensajes que Zapata Valencia recibió de Ana, fue: “gracias a ti David, tu gran pasión por la vida es más que una inspiración, te quiero y admiro mucho, y me alegra que sigas haciendo parte de mi vida, que Dios te bendiga enormemente”.

 

 

Acotó, “siempre me vi reflejado en ella, en su personalidad, y en la academia. Me ayudó a conseguir mi primer trabajo y estuvo para mí en momentos personalmente difíciles. Ella sabe lo enormemente agradecido que estoy con su presencia en mi vida, por eso le escribí una carta diciendo, y no me cansaré de decírselo: “Gracias por enseñarme tanto, gracias por influir en lo que soy y lo que hago”.

 

 

Finalizó diciendo, “para mí no se ha ido, un pedazo de ella sigue conmigo”.

 

 

Gloria Ruiz, secretaria jubilada del Departamento de Materiales y Minerales quien la conoció en su etapa de estudiante de pregrado afirmó que siempre se destacó por "ser un gran ser humano, una mujer maravillosa, como estudiante siempre con una excelencia académica admirable, buena amiga, una mujer sin rencores hacia nadie, tranquila".

 

 

Emmanuel Posada López quien fue su monitor durante 3 años expresó que más que una gran profesional fue un ser humano excepcional, fue mi amiga y mi profesora. “Inolvidable, fue mi maestra, colega, mentora, amiga y guía, siempre estaba transmitiendo su aprendizaje y su experiencia, debo resaltar su gran calidez humana, su generosidad y su gran don para ser consejera”.

 

 

Agregó que Ana, a pesar de su inteligencia nunca se mostró de una manera prepotente o engreída, al contrario, muy abierta, colaboradora a la hora de compartir su gran conocimiento, intentaba transmitir a sus estudiantes la experiencia académica y laboral.

 

 

Ana seguirá viva entre estudiantes, colegas, profesores, familiares, amigos, y en general en todas las personas que la conocieron, un gran ser humano que dejó una huella imborrable, para recordarla, a continuación un video donde nos explica, ¿por qué amó la geología?.

 

 

Por: AMR