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El inglés se ha convertido en una herramienta para la formación de profesionales de todas a áreas y, por ello, la Facultad de Minas lanzó un piloto para capacitar a sus docentes en la integración del inglés en la enseñanza de ingenierías. Tras el primer semestre, se reportan las reflexiones y estrategias que este curso proporciona a los profesores para incorporar este idioma en sus clases de manera gradual y práctica.

 

 

 

Gran parte de la literatura técnica y los avances científicos de la ingeniería están en documentos y libros en inglés. En ese sentido, el curso piloto de la Facultad de Minas se está realizando con el objetivo de que cada día más docentes cuenten con las herramientas para fomentar el uso activo de este idioma en la interacción con los estudiantes.

 

“La literatura académica se produce en inglés, muchas oportunidades de movilidad y estudios postgraduales están en inglés, y vivimos en un mercado laboral internacional donde los ingenieros pueden formar parte de equipos multilingües. Necesitamos preparar a los estudiantes para esta realidad”, explicó John Steven Gómez Giraldo, magíster en Enseñanza y Aprendizaje de Lenguas y profesor del cuso, quien reporta que, incluso, algunos docentes de ingeniería ya utilizaban el inglés en sus clases, al menos para la lectura de materiales o en algunas presentaciones.

 

Aunque en muchas universidades de Asia y Europa el inglés es el idioma principal de instrucción debido a la diversidad de estudiantes internacionales, en Colombia el desafío radica en incorporarlo sin perder la base en español, que sigue siendo la lengua principal de comunicación y enseñanza.

 

Para Gómez Giraldo, la incorporación del inglés en la educación de ingeniería no solo responde a una necesidad académica, sino también a una realidad del mercado laboral. Los futuros ingenieros deben estar preparados para participar en equipos de trabajo multilingües, donde el inglés suele ser el idioma de comunicación, y para acceder a oportunidades de movilidad académica y profesional que requieren competencias en este idioma.

 

El piloto ha contado con la participación de siete docentes de distintas áreas de la ingeniería, como mecánica, civil, de materiales y biológica. El enfoque del curso no es solo lingüístico, sino pedagógico. Se trata de un modelo basado en el andamiaje, que se refiere a la construcción gradual de habilidades, permitiendo que los estudiantes vayan progresivamente de un punto A a un punto B en su aprendizaje del inglés. En lugar de exigir presentaciones en inglés desde el principio, los docentes deben guiar a sus estudiantes paso a paso, brindándoles ejemplos que les permitan desarrollar esas habilidades de manera progresiva.

 

“Si decimos que la próxima semana todos van a hacer una presentación de 10 minutos en inglés, los estudiantes se van a abrumar. Pero si lo hacemos durante todo el semestre, les damos ejemplos, les mostramos modelos y les proporcionamos herramientas para que hagan su guion, la presentación será más accesible al final del curso” , detalló Gómez Giraldo. Esta metodología busca no solo enseñar inglés, sino también dotar a los docentes con los recursos necesarios para que puedan integrar de manera efectiva el idioma en su enseñanza de ingeniería, lo cual implica transformar lo que en muchos casos puede parecer una barrera en una oportunidad de crecimiento tanto para los profesores como para los estudiantes.

 

Para la profesora Diana López Ochoa, directora del Instituto de Educación en Ingeniería —IEI— y proponente de este curso, la enseñanza del inglés no debe reducirse solo a una clase de idiomas, sino que debe estar integrada en el contexto ingenieril, proporcionando a los estudiantes motivaciones que los lleven a ver cómo el inglés es una herramienta útil para su futuro profesional: “es importante que los estudiantes aprendan los conceptos en español, pero si además pueden hacerlo en inglés, es una estrategia poderosa. Aprender ingeniería en inglés no es solo aprender un idioma, sino también aprender a expresar las ideas de manera efectiva” afirmó.

 

Sin embargo, López Ochoa reconoció el desafío que enfrenta un docente de ingeniería al enseñar un idioma extranjero, lo que puede dificultar la implementación de estrategias comunes. “En una clase de ingeniería, el nivel de inglés de cada estudiante puede ser muy distinto, entonces buscamos que los docentes desarrollen habilidades de comunicación en inglés de manera gradual y adaptada a las necesidades de cada grupo y queremos extender el proyecto en una segunda fase para que no se quede solo en un curso, sino que se distribuya a lo largo de toda la carrera, abarcando lectura, escritura, conversación y comprensión”, explicó López Ochoa.

 

La socialización de las experiencias del primer semestre del piloto se llevó a cabo el 21 de julio en el aula 116 del bloque M3 de la Facultad de Minas y también contó con apreciaciones de profesores que participaron en el curso como Héctor Botero Castro, quien compartió una presentación sobre la importancia de integrar el inglés en la enseñanza de la ingeniería y el impacto de este tipo de iniciativas en la formación académica.

 

Aunque el proyecto inició con los docentes, la idea es crear una formación curricular más amplia que permita a los estudiantes desarrollar habilidades en inglés a lo largo de toda su carrera, no solo en un curso aislado. Este enfoque integral tiene como objetivo que no solo comprendan la literatura técnica en inglés, sino que también sean capaces de expresar sus ideas con fluidez en este idioma.

 

Un buen balance en este piloto de primer semestre permite proyectar que, a medida que se vayan ajustando las estrategias y herramientas, el inglés se convierta en una parte integral de la formación de los ingenieros de la Facultad de Minas, preparándolos mejor para un entorno profesional multilingüe.

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