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La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) otorgó patente de invención al “proceso para obtener un jarabe de isómeros de glucosa a partir de residuos amiláceos o lignocelulósicos que comprende su caracterización antes del pretratamiento e hidrólisis enzimática” de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín.

 

Según Ángela Adriana Ruiz Colorado, una de las inventoras y profesora adscrita al Departamento de Procesos y Energía, para la obtención de los jarabes azucarados a partir de los residuos agroindustriales, lo primero es conocer muy bien el residuo del agro o el residuo de un proceso industrial para garantizar el éxito en la transformación del componente principal a endulzantes con diferentes propiedades, por ejemplo, el almidón de la papa, o la celulosa en la cáscara de un plátano o una yuca.

 

"El proceso sigue con la hidrólisis, como su nombre lo indica, es el rompimiento de enlaces para la generación de un hidrolizado rico en oligosacáridos y finalmente monómeros de glucosa, todo realizado por complejos de enzimas, dependiendo del tipo de material, pueden darse en una o varias etapas; y se termina con la isomerización, que consiste en la transformación de esos monómeros de glucosa en isómeros como la fructosa”.

 

 

Para ejemplificar el proceso, añadió que, “tomamos las papas sin cáscara y las trituramos; luego, con enzimas, sobre la molécula del almidón (cadena cuyos eslabones son glucosas) producimos glucosa; a partir de la hidrólisis, esa cadena se va fracturando en trozos más pequeños hasta liberar un eslabón que representa una glucosa, que compone jarabes para endulzar café y otros alimentos”.

 

Esta invención, que se enmarca en el campo de los bioprocesos, beneficiaría a las empresas del sector de alimentos que dispongan residuos en su proceso productivo y que requieran jarabes azucarados como materia prima, por ejemplo, fábricas de bebidas, helados, cereales y confitería, las procesadoras de frutas y verduras, los alimentos funcionales, aderezos y panaderías, entre otras.

 

Y es que desde hace varios años la profesora Ruiz y el Grupo Bioprocesos y Flujos Reactivos de la Facultad de Minas de la UNAL Medellín desarrollan investigaciones basadas en la extracción de compuestos de valor agregado entre los que se destacan jarabes azucarados a partir de residuos como plátano, papa o yuca, una alternativa que algunas empresas ya conocen, para que a futuro entren en la dinámica de la economía circular.

 

Camilo Acosta manifestó sentirse orgulloso, precisamente porque desde el concepto de economía circular, se apunta a la incorporación y aprovechamiento de residuos industriales que permiten la obtención de un producto de valor agregado con múltiples fines. 

 

 

Este proceso de desarrollo de las etapas de producción del jarabe a partir de residuos agroindustriales demoró alrededor de dos años, en cuanto a la patente, el proceso duró más de cuatro años.

 

Lyda Guarín, Ingeniera Química, especializados en procesos de separación y purificación de alimentos explicó que este proyecto tiene un aporte desde el punto de vista ambiental por la reutilización de residuos o de materiales de bajo costo, pero también desde el punto de vista práctico, porque los jarabes pueden tener diferentes características de acuerdo a los requerimientos de cada consumidor, en muchos casos reduciendo costos.

 

Añadió que una de las características del proceso es que tiene el potencial de amplia aplicación en la industria de alimentos. “El desarrollo no se ha limitado sólo al ámbito del laboratorio, sino que ha tenido una importante aplicación y contacto con la industria”.

 

“Esta patente es importante para la Facultad, por la creación de procesos innovadores y amigables con el medio ambiente, en correspondencia con los planes de desarrollo y la estrategia de convertirnos, cada vez más, en un Campus Sostenible; también para la Universidad por la transferencia del conocimiento a los estudiantes de pregrado, posgrado y la aplicación industrial, que posibilita el desarrollo del país”, enfatizó Ruiz Colorado.

 

Para este proyecto los ensayos se realizaron en el Laboratorio Bioprocesos y Flujos Reactivos, de la Facultad de Minas que tiene estandarizadas todas las técnicas de caracterización de biomasas según las normas del NREL; y participaron de esta invención: Lyda Guarín, Ingeniera Química, contratista especializados en procesos de separación y purificación de alimentos; Juan Camilo Acosta, Magíster en Ingeniería Química, quien se centró en optimización de procesos; Karen Bueno, candidata a doctora, quien retomó los conocimientos previos en la primera patente para los ensayos de optimización; estudiantes de pregrado quienes apoyaron con actividades de laboratorio y Nataly Bonilla, contratista, quien apoyó todo el proceso de ensayos.

 

Este grupo de trabajo destaca el apoyo fundamental y la gestión de la dirección de Investigación y Extensión de la UNAL Medellín; la Decanatura y la vicedecanatura de Investigación y Extensión de la Facultad de Minas.

 

Por: AMR

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