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En temporada de lluvias entra más oxigeno renovado a la cuenca hídrica, lo que se traduce en el ingreso de nutrientes como el fósforo y nitrógeno que funcionan como alimento para algas.

 

Analizar la calidad del agua  de los embalses es fundamental debido a que se trata de sistemas acuáticos complejos que representan una importante disponibilidad hídrica, hidroeléctrica, de recreación, de riego y hasta de consumo humano.

 

Por esa razón, Claudia Bedoya, estudiante de la Maestría en Ingeniería - Recursos Hidráulicos de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín, estudió la estratificación térmica del embalse El Peñol - Guatapé, ubicado en el oriente del departamento de Antioquia, para identificar los efectos según las temporadas secas o de lluvias que se presenten.

 

Bedoya describe la estratificación térmica como un proceso físico donde se organizan las diferentes capas de agua de acuerdo a las densidades, esto teniendo en cuenta la variación de la temperatura entre el fondo y la superficie de la represa. En ese proceso confluyen elementos ambientales como el viento, radiación solar, ingreso de agua de ríos desde las quebradas y su extracción para diferentes usos.

 

Lo que se encontró en la investigación realizada por Bedoya con la ayuda de las Empresas Públicas de Medellín (EPM) quienes suministraron la información necesaria sobre caudales y variables meteorológicas, es que en ésta temporada de lluvias que se vive en este momento (entre septiembre y noviembre) entra más oxigeno renovado a la cuenca hídrica del embalse, debido a las crecientes de los ríos y las quebradas que ingresan por las capas más profundas.

 

“Cuando las precipitaciones aumentan los caudales también lo hacen permitiendo un mayor arrastre de sólidos suspendidos, por lo que el agua se torna más turbia”, explicó la investigadora a las vez que reiteró que en ese proceso también ingresan nutrientes como el fósforo y nitrógeno, los cuales funcionan como alimento para algas que conviven allí, “lo que no es positivo porque algunas de ellas pueden generar toxicidad en el agua y cambiar su color”.

 

Los embalses son lugares necesarios para la generación de energía, sin embargo también está destinados a la recreación y la piscicultura, esto genera una mayor atención a velar una adecuada calidad del agua de este tipo de embalses.

 

Bedoya aclaró que para llegar a los resultados fue necesario;  primero, realizar mediciones en las zonas de ingreso de los afluentes principales: río Nare y quebradas San Lorenzo, Magdalena, Cuevas y Bonilla. Segundo, determinar un modelo numérico, para realizar pruebas en campo en las se utilizaron equipos como un perfilador CTD, instrumento que mide diferentes variables como temperatura, oxígeno disuelto, turbiedad, pH (nivel de acidez) y clorofila.

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