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Con tres proponentes, Metroplús espera suscribir un contrato antes del próximo 26 de septiembre para arrancar las adecuaciones de 27 paraderos en la carrera 80, corredor por donde rodarán 41 de los 64 buses eléctricos adquiridos por la Alcaldía de Medellín.

 

La flota ya está en su totalidad en la ciudad. Durante estos días se encuentra en pruebas para ponerla a punto y así, primero con 17 vehículos, arrancar la fase uno (de tres) que espera comenzar a movilizar 19.000 pasajeros diarios a finales de noviembre.

 

Así lo anunció el secretario de Movilidad, Humberto Iglesias, cuyo despacho es el encargado de dialogar con los transportadores de la zona, pues él mismo admitió que para que entre metroplús será necesario racionalizar y desviar parte de las 27 rutas que circulan por la 80.

 
¿En qué consiste la obra?

Iglesias explicó que aunque muchos paraderos de buses en el corredor servirán casi igual a como están actualmente, en once hay que construir bahías, que es la tarea a llevar a cabo antes de que termine el último trimestre de este año, así como también el refuerzo con una capa de asfalto para el arranque y frenado de los buses.

 

El valor de este proyecto para invitar a los proponentes fue fijado en $12.000 millones, de acuerdo a Metroplús, pero la empresa señaló que el costo final solo se conocerá cuando sea adjudicado el contrato.

 

Una vez finalicen los trabajos, señaló Iglesias, antes de marzo de 2020 el corredor de la 80 quedaría conectado al metro y a las líneas 1 y 2 (ver Gráfico), con estaciones de integración en La Palma y Caribe. “En este caso no será carril exclusivo para los buses, que sí funcionará así en la avenida Oriental”, aclaró.

 

La nueva línea tendrá una longitud de 9,2 kilómetros y, según Metroplús, cuando entren los 41 vehículos en operación alcanzará a movilizar al menos 47.000 pasajeros diarios.

 

Cabe recordar que los 23 buses eléctricos restantes rodarán por las líneas 1 y 2 y otros quedarán en reserva.

 

Para Iglesias, sumar más automotores a esta zona occidental de la ciudad no traerá más congestión, sino que le apunta a que gran parte de la población, sobre todo estudiantil, se baje de sus carros y motos ante una mejor integración y servicio del transporte público.

 

“Muchos se mueven en motocicletas, además de la informalidad e ilegalidad que funciona para transportar gente y que estamos combatiendo. Metroplús entrará a beneficiar centros universitarios que habían solicitado soluciones, como Pascual Bravo, ITM, Colegio Mayor, Facultad de Minas de la Universidad Nacional”, comentó.

¿Qué pasará con las rutas?

 

Por el corredor de la 80 circulan 27 rutas, cada una con un promedio de 40 buses, por lo cual se estaría hablando de alrededor de 1.100 vehículos que se verían impactados por la entrada en operación de metroplús.

 

Por ello, la mesa de diálogo entre la administración y los transportadores ha sido constante. Juan Gonzalo Merino, presidente de la Asociación de Transporte Colectivo del Valle de Aburrá (Asotransvaa), afirmó que ya llevan cinco encuentros.

 

“Cada bus moviliza al día cerca de 300 pasajeros; es decir, en una jornada las rutas transportan a más de 330.000 personas. En un primer momento nos dijeron que no nos iba a afectar, pero necesitamos claridad para saber cómo se va a redistribuir la operación en la zona”, aseveró.

 

El secretario Iglesias indicó que el tema de salida, racionalización o desvío de rutas no se ha concretado aún. Sin embargo, la idea es que los vehículos pasen a servir como alimentadores de metroplús y no para que salgan de circulación.

 

El funcionario, a la espera de reunirse de nuevo con el gremio, tampoco quiso referirse a la diferencia entre los pasajeros que movilizaría la nueva línea y los que transportan las rutas convencionales.

 

Merino expresó preocupación porque, con la renovación de la flota del Transporte Público de Medellín, muchos conductores asumieron algunos costos y lo único que piden es recibir ayuda porque la alteración en sus recorridos traerá desequilibrio económico para ellos.

 

“Nunca nos opondremos a la modernización y estamos comprometidos con el desarrollo sostenible de la ciudad. Lo que no queremos es que se cometan errores que al final terminamos pagando nosotros, los transportadores”, dijo.

 

Agregó que entre las 10 empresas que se mueven por el occidente de Medellín hay varias opiniones, pero dos vertientes son claras: quienes creen que es mejor salir dignamente y recibir una indemnización por el bus y el cupo pagado, y los que no ven problema en sumarse a las unidades que alimentarán la nueva línea.

 

“La idea aquí es que no hayan ni vencedores ni vencidos, sino una conversación que permita que ambos lados salgan beneficiados. La cosa es sencilla, que hagan los cambios necesarios, pero con nosotros. Aquí cabemos todos ordenados”, dijo Merino.

OPINIÓN

VÍCTOR GABRIEL VALENCIA A.
Doctor en Transporte
 
“No se ha hecho un estudio concienzudo del proyecto de tren ligero por el corredor de la 80, que parece más una decisión política que con elementos técnicos. Ahora bien, si antes de eso se quieren sustituir los buses en esa vía, parece un poco improvisado que no se hayan definido las rutas que saldrían o que se desviarían y ya se tenga fecha para empezar a operar. Lo veo más como una forma de aprovechar esa flota de vehículos eléctricos que adquirió Medellín. Incluso se crean congestiones para el resto del tránsito”.

 

Noticia de EL COLOMBIANO 

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