Escudo de la República de Colombia

Tras un estudio liderado por la Facultad de Minas de la UNAL Medellín y la U. de A. en conjunto con el Grupo de Vigías del Patrimonio Cultural y Natural del Prodigio y la comunidad, donde se encontró variedad de arte rupestre en cavernas de un corregimiento de Antioquia, una alternativa de turismo sostenible en territorio de posconflicto, el Ministerio de Cultura otorgó certificación patrimonial.

 

 

Valles en rocas calcáreas, cavernas con formas caprichosas, y un fascinante vestigio arqueológico aguardan en esta “Ruta A Geoarqueológica Turístico Educativa”. El recorrido comienza en el Museo Arqueológico El Prodigio, uno los corregimientos más grandes de San Luis, Antioquia, municipio llamado “Perla Verde del Oriente”, a 124 kilómetros de Medellín. Un territorio que pasó de ser, un pueblo torturado por ‘paras’ y guerrilla- cuando se agudizó la guerra a finales de los 90- a convertirse en un sitio emblemático del turismo sostenible a través de sus riquezas patrimoniales.

 

Luego de caminar alrededor de 30 minutos, en el kilómetro 2 vía El Prodigio—Puerto Nare, los turistas llegan a un sitio perfecto para contemplar espectaculares cerros de mármol con forma de pepino y cubiertas de bosque. Luego de más minutos de senderismo ecológico, y tras pasar la quebrada “El Prodigio” se llega a un abrigo rocoso, donde está tallado el petroglifo El Búho, un lugar fascinante que invita a conectarnos con los antepasados que habitaron la zona al exterior de la cueva.

 

 

Allí, posterior a la hidratación, el guía y coordinador del Grupo de Vigías del Patrimonio Cultural y Natural del Prodigio, Arnulfo Berrío Naranjo, inicia su explicación, “estamos frente a una maravilla natural, uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes en los últimos años, un petroglifo conocido como El Búho. Al exterior de esta caverna se encuentra este misterio tallado en piedra por los antepasados que habitaron la zona. ¿Qué forma creen que tiene?... Según los vestigios, el afloramiento es un símbolo que demarcaba el territorio que habitaba la Tribu Pantágoras y según la historia es un espacio que pudo ser un lugar para la exploración medicinal, y quizá refugio habitado de chamanes y sacerdotes indígenas hace más de 500 años, recordemos que los indígenas no tenían farmacia, pero tenían un conocimiento ancestral de las plantas, de hecho, aquí pueden observar las piedras con las maceraban esa flora”.

 

Berrío Naranjo añadió que en El Prodigio se han encontrado más de 25 petroglifos denominados caritas, talladas en la roca. “Los Petroglifos muestran parte del historial de sus antepasados y es nuestro deber conservarlos intactos por siempre”.

 

Siguiendo con la ruta, los caminantes se encuentran con formas de mármol donde observan todas las figuras creadas en las rocas y el paisaje que existe en el territorio a causa de la disolución del mármol por la acción del agua.

 

Minutos más tarde, el paisaje ha cambiado, de cerros pepinos a colinas bajas y onduladas, por la presencia de una roca ígnea conocida como Batolito Antioqueño; y finalmente se llega a una zona de descanso, propicia para integrarse con los demás acompañantes del recorrido.

 

 

Finalmente, se llega a los tres tramos de agua. Mientras avista las rocas que se encuentran en las montañas de El Prodigio, el guía Arnulfo Berrío Naranjo López indica a los caminantes  que allí pueden identificar formas, texturas y colores para diferenciarlas; al seguir el recorrido, se llega a La Cascada del Amor, donde los visitantes podrán refrescarse en esta pequeña cascada, cuya característica es que el agua cae lavando las rocas grises del gran batolito; para así, acabar la ruta en la Cuneta del Diablo, más y más agua, un sitio ideal para bañarse y en el que finaliza la ruta A.

 

La “Ruta B Geoarqueológica Turístico Educativa” del grupo de Vigías del Patrimonio Cultural y Natural de El Prodigio inicia en el Alto del Viejo (km 3 vía El Prodigio—autopista Medellín Bogotá) y está compuesta por bosques, cavernas y arte rupestre, el recorrido comienza en el tronco caído de un Cagüí, árbol nativo que alcanza hasta 30 m de alto, símbolo de la deforestación.

 

Más adelante se pueden observar el complejo mundo de la disolución de las rocas carbonatadas (karst) bajo tierra y cavidades en el mármol, creada por la disolución, la cual posee una forma particular. En este sitio re aparece parte del agua que se había infiltrado en el karst bajo tierra (túneles, galerías, cavernas y ríos subterráneos). Estas depresiones circulares que se encuentran en el suelo se conocen como dolinas y son puntos de infiltración del agua al karst subterráneo y finalmente una caverna, pictografías y un balneario para terminar el tramo B de la ruta geoarqueológica. 

 

La anterior “Ruta Geoarqueológica Turístico Educativa” en sus tramos A y B fue acreditada por la Dirección de Patrimonio y Memoria del Ministerio de Cultura y la resalta como una gran iniciativa de “Apropiación por parte de la comunidad de sus Bosques, Cavernas, Balnearios, Arte Rupestre, un encuentro con el Patrimonio”, lo cual permite la apropiación social del patrimonio, principal objetivo del Programa Nacional Vigías del Patrimonio Cultural. 

 

 

 

Para Arnulfo Berrío Naranjo, este reconocimiento es un espaldarazo a seguir trabajando por el turismo sostenible en la región, por la apropiación social del territorio y seguir velando por el cuidado, la valoración del patrimonio cultural del país, incorporando el tema geológico.

 

María Eugenia Osorio Monsalve, enlace municipal de víctimas de El Prodigio explico que, “es una noticia que nos estimula a seguir trabajando por los jóvenes, actualmente tenemos 24 jóvenes que hacen parte del Grupo de Vigías del Patrimonio Cultural y Natural del Prodigio que son quienes se convierten en los guías. Toda la comunidad debe ver esto como una gran oportunidad, todo campesino desplazado generalmente regresa solo, y esta acreditación nos permite arraigo y apropiación de territorio”, destacó Berrío Naranjo.

 

 

 

El profesor Albeiro Rendón Rivera, adscrito al Departamento de Geociencias y Medio Ambiente y líder del  El Grupo de Investigación en Geología Ambiental (GEA), y quien ayudó a formular la “Ruta Geoarqueológica Turístico Educativa” junto al Departamento de Antropología de la Universidad de Antioquia, manifestó que este reconocimiento es la ratificación de que estos proyectos de extensión solidaria, destinados a cooperación y apoyo a las comunidades más vulnerables de Colombia, tienen un gran impacto social y representan una estrategia para que la Universidad cumpla una de sus misiones fundamentales como institución pública en el país, y es el apoyo a las iniciativas de las comunidades más vulnerables con el último objetivo de mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

 

“Esta certificación nos permite a seguir sustentando con más fuerza la importancia de formular muchos más proyectos para apoyar las iniciativas comunitarias de estas poblaciones. De hecho, nos impulsa a formular la segunda fase de esa geo-ruta que consiste en la instalación, en la creación, o en el montaje más bien de una sala de geociencias en la casa de la cultura del corregimiento de El Prodigio”.

 

 

Por: AMR

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