¿Por qué pensar en estrategias de equidad de género para la Facultad de Minas?

La Facultad de Minas de la Sede Medellín de la Universidad Nacional de Colombia, tiene una importancia histórica fundamental para la creación y el desarrollo de la ingeniería en el país, y a lo largo de sus más de 135 años de historia ha contribuido con diversos aspectos de crecimiento y desarrollo como es la exploración minera y de hidrocarburos, las construcciones civiles de distinto tipo, la infraestructura vial, los desarrollos hidroeléctricos, las obras de abastecimiento de agua y otros servicios, las obras sanitarias y la industria, así como en los planes de desarrollo físico, económico y social que han impactado un sinnúmero de comunidades y grupos sociales en todo el territorio colombiano a lo largo de la historia.

En todos estos procesos y desarrollos, las mujeres ingenieras han realizado diversos y numerosos aportes, sin embargo, en algunas ocasiones no se visibiliza el rol que han desempeñado, ni se reconocen de manera permanente y expresa sus legados.

En este sentido, la estrategia de equidad de géneros de la Facultad de Minas parte de reconocer a las mujeres estudiantes, egresadas, docentes, directivas, administrativas y de personal de servicio, como interlocutoras fundamentales para el crecimiento y desarrollo de la institución, y resalta la importancia avanzar hacia la visibilización de sus aportes y legados, pero también de las problemáticas que como mujeres deben enfrentar a lo largo de sus trayectorias y trasegares por la Universidad.

Un dato importante que evidencia el bajo nivel de participación que han tenido las mujeres en la Facultad de Minas, es que, a nivel directivo en toda la historia de los 135 años de la Facultad, solo dos mujeres han asumido el cargo de la Decanatura, a saber: Beatriz Londoño Vélez en 1990 y 2003 como Decana encargada, y la Dra Verónica Botero Fernández, desde 2018 hasta la actualidad.

Por otro lado, el porcentaje de ingreso de las mujeres a los diversos programas de ingeniería que se ofrecen no ha superado el 35% en la historia de la Facultad y el porcentaje de profesoras adscritas a las diferentes áreas curriculares no supera el 21% actualmente.

Estos hechos, representan a su vez retos importantes para la Facultad en estos nuevos tiempos de cambio, como es estimular la participación de más mujeres como estudiantes, docentes y en cargos directivos; motivar la permanencia y garantizar que los espacios de la universidad sean seguros, libres de violencias y discriminación para todos, pero con especial atención para mujeres y poblaciones que históricamente han sido excluidas.