“Llegará un momento donde se tendrá que pasar de carbón y petróleo a energías renovables”

Así lo afirmó José María Jaramillo, director de GMAS, una empresa de Consultoría en Geología y Petróleos, quien estuvo presente en la V Escuela de Verano. Este evento se llevó a cabo del 26 al 27 de mayo.

La industria petrolera no pasa por su mejor momento. Sin embargo representa un porcentaje importante para la economía del país, por ejemplo, según José María Jaramillo, director de GMAS cuando el precio del petróleo está a 100 dólares, la industria puede representar el 50% de los ingresos, inclusive cuando el valor está en 50 dólares puede significar el 30%, y para el empresario, “no hay ningún otro sector que por sí solo genere esa cantidad de riqueza”.

Por esa razón Jaramillo aseguró que a pesar de la actualidad del sector, es fundamental para la economía de todo un país, sin embargo fue claro en afirmar que tanto el carbón como el petróleo no serán siempre los hidrocarburos a explotar.

“Lo que el país tiene que empezar a pensar es que los recursos fósiles, especialmente el petróleo y el carbón, no podrán ser explotables en 20 o 30 años, debido al Calentamiento Global. El acuerdo de París lo dio a conocer claramente- no se puede seguir ventilando al aire co2 proveniente de la quema de los hidrocarburos;- los huracanes van a ser cada vez más devastadores, el nivel del mar subirá paulatinamente, se afectarán las zonas costeras no solo del país, como Barranquilla o Cartagena, sino en el mundo entero, y se prevé que en más de 10 centímetros aumentará el nivel”, explicó Jaramillo.

A pesar de ese panorama futurista, en la actualidad no hay recursos que compitan con el petróleo y el carbón, “mientras se pueda hay que explotarlos, tomar esos recursos ahora y usar ese ingreso importante para el desarrollo del país y para generar otras fuentes de energía como la geotérmica, la eólica, la energía solar y el gas natural, además del aprovechamiento de la denominada energía azul obtenida por la diferencia en la concentración de la sal entre el agua de mar y el agua de río”, dijo Jaramillo.

Agregó que hay que pensar en cómo hacer para pasar de una economía basada en carbón y petróleo, a otras fuentes de energía renovable, y para eso el país se debe dotar de alta tecnología y debe irse acoplando a las energías del futuro. Jaramillo colocó en consideración la frase de quien en otrora fuera presidente de Sony, Akio Morita: “Si hubiera una manera de juntar a todos los países del planeta, y construir una grilla eléctrica que cubriera todo el mundo, con centrales solares en las zonas desérticas, donde el sol brilla todos los días se podría obtener energía para todo el mundo, el problema es unirnos”.

Jaramillo nació en Manizales, es ingeniero geólogo de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín. Fue profesor de esa Institución y hoy en día, es director de GMAS, un laboratorio que presta servicios a la industria del petróleo.

Él fue invitado para brindar la conferencia: “El Impacto de la Crisis Petrolera Actual en los Procesos de Exploración de Hidrocarburos”, que estaba enmarcada en la V Escuela de Verano, un espacio donde convergen todos los actores involucrados en el sector, y en el que se buscan las soluciones a los problemas que enfrenta la industria petrolera. El evento que es organizado por estudiantes de la Maestría en Ingeniería - Ingeniería de Petróleos y por Sergio Lopera Castro, profesor adscrito al Departamento de Procesos y Energía.

Retos de la academia

En cuanto a los desafíos que tiene la academia, Jaramillo expresó que se debe continuar con la formación técnica de los profesionales, agregando el componente social. Es decir abrir una serie de cursos de humanidades, según el empresario, las comunidades exigen que la misma persona que socializa los proyectos tenga la veracidad y la verdad de lo que realmente se va hacer, y actualmente esa función está por separado, los sociólogos o antropólogos están con las comunidades, pero el ingeniero está con la parte técnica y no tienen el mismo lenguaje.

“Esa falta de coherencia es mortal en el relacionamiento con las comunidades, y esa es una buena razón por la que las colectividades se oponen a muchos de los proyectos. Urge que los profesionales tengan una visión mucho más completa de todo, no solo la parte técnica sino una cosmovisión más humana, en particular en el trabajo de relacionamiento con las personas”, enfatizó Jaramillo.

El empresario finalizó afirmando que una de las razones por las que el sector está en crisis es porque, “en el país hay unos impactos anteriores que están vigentes especialmente con el agua, con el mito de que la sísmica y la perforación de pozos secan ríos, acuíferos, depósitos superficiales, los nacimientos y no es cierto, pues eso se le debe atribuir a la deforestación que hubo en los últimos 300 años. Y la otra, por el aspecto social, hay que explicar bien lo que estamos haciendo, dar a las comunidades lo que esperan, entenderlas mejor y no imponer lo que a la industria le parezca que funciona, concluyó. 

Por: AMR