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El proyecto fue propuesto por Jaime Arturo Correa Yepes, estudiante de Maestría en Ingeniería de Materiales y Procesos, en conjunto con los profesores Jorge Iván Tobón y Néstor Ricardo Rojas, ambos del Departamento de Materiales y Minerales de la Facultad de Minas de la U.N. Sede Medellín.

 

Reducir un 30% de cemento y con dos adiciones minerales, la ceniza volante y el humo sílice, compensar la resistencia a la compresión y mejorar la fluidez de las mezclas a base de cemento, era lo que pretendía con su proyecto Jaime Arturo Correa Yepes, estudiante de Maestría en Ingeniería de Materiales y Procesos.

 

Para Correa Yepes dentro de los objetivos de la propuesta era tratar de reemplazar los contenidos del cemento o encontrar productos que compensen algunas características necesarias para disminuir los consumos de cemento puro. “La huella ambiental que deja la fabricación del cemento es muy alta, las emisiones contaminantes desde la misma explotación en las canteras, entonces se quiso buscar materiales suplementarios o complementarios que compensen estos fenómenos”, aseguró.

 

Añadió que muchos investigadores en el mundo centran sus proyectos en cómo simplificar los procesos de fabricación del cemento, normalmente se necesitan unos 1.400 °C para fabricar un material base del cemento llamado Clinker y solo la reducción de unos 50°C en el proceso de quema sería un gran ahorro de energía y muy conveniente para el medio ambiente, por ello es tan importante llevar a cabo investigaciones alrededor de disminuir los consumos de cemento puro.

 

Existen diferentes afectaciones o patologías en las estructuras de concreto, por lo tanto se hace necesario contar con un material llamado mezcla de reparación  que cumpla con las características necesarias para acoplarse a la estructura existente en dichas zonas de reparación, esta mezcla debe colocar de manera sencilla y se debe acoplar eficientemente a la estructura existente.

 

El cemento de reparación propuesto por Correa Yepes, es una mezcla de cemento puro con cenizas volantes que provienen de la quema del carbón, antes desechos industriales, ahora con múltiples usos. Esa ceniza, en porcentajes controlados, plastifica la mezcla, la vuelve más fluida y por unas reacciones con algunos materiales resultantes de la hidratación del cemento compensan el remplazo de cemento puro.

 

Por su parte el humo se sílice, que es un material extraído de rocas de cuarzo, al ser adicionado a la mezcla en porcentajes controlados compensa la resistencia a la compresión que se puede perder por la adición de la ceniza.

 

En los últimos años ha aumentado el interés en investigaciones sobre las cenizas volantes y el humo de sílice y su influencia en las mezclas cementantes ya que se ha comprobado que alcanzan grandes reducciones en los consumos de cemento puro.

 

Se encontró que con esta propuesta se reduciría el cemento puro en un 25% a 30%, y se reemplazaría por la ceniza volante en un 20% y el humo de sílice en un 10% y no se afecta la resistencia a la compresión, además se logra una mezcla un 30% más fluida respecto a la de solo cemento.

 

Actualmente Correa Yepes busca financiación para producir el cemento de reparación  que no sea costoso y más amigable con el medio ambiente, de hecho determinada empresa vende un producto similar por unos $76 mil y con estas adiciones se podría fabricar un producto que costaría alrededor de $30 mil, una reducción significativa.

 

Por: AMR

 

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