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La iniciativa fue  creada por un grupo interdisciplinar de estudiantes en el  curso Seminario Proyectos en Ingeniería III.

 

La fabricación de pitillos incluye materiales como el prolipopileno y polietileno, producidos con combustibles fósiles que se demoran aproximadamente 1000 años en degradarse, durante ese milenio se fragmentan en partículas que llegan a los océanos  e impactan a los ecosistemas. Según cifras de la ONG internacional Oncean Conservancy, el año pasado se recogieron 18 millones de toneladas de basura en las playas del mundo y de ese porcentaje cerca de 439.000 unidades encontradas fueron derivados del pitillo.

 

Por esa razón un grupo de 6 estudiantes de la Facultad de Minas creó un proyecto que pretende reemplazar el uso de materiales plásticos por biodegradables, a partir de proteína de suero aislada reforzada con celulosa de cacao. Según Sebastián Ayazo Peñata, estudiante de Ingeniería Industrial e integrante del grupo, “la proteína de suero (WPI) se usa como biopolímero en la fabricación de plásticos biodegradables, al utilizar la celulosa de cascarilla de cacao como refuerzo, se obtiene un material biodegradable con propiedades físicas y mecánicas similares a los polímeros actuales y necesarias para realizar un proceso de extrusión, que es el más común en la fabricación de pitillos”.

 

Añadió que la composición final del material cuenta con flexibilidad y resistencia a la permeabilidad del oxígeno. “Encontramos una encuesta del DANE que arrojó el siguiente resultado: el 43% de las personas seguiría utilizando los pitillos aún sabiendo el impacto ambiental; a partir de ese estudio se observó que el problema no era el producto, pues tiene una gran demanda, sino el material con el que es fabricado. En ese momento el grupo decidió investigar materiales que tuvieran las propiedades mecánicas y físicas similares a las que se utilizan actualmente y se escogió el suero aislado derivado de la producción de quesos”.

 

Antes de elegir el suero aislado se tuvieron en cuenta opciones como la gelatina más cera de abeja y, el almidón de maíz. Al final ganó el suero porque tiene menor costo e impacto ambiental.

 

La producción inicia con una microfiltración al suero de leche para eliminar grasas e impurezas, luego se pasa al proceso de ultrafiltración para obtener la proteína en estado líquido, y luego a la aspersión para convertirla en polvo. Acto seguido, se procede a obtener la celulosa de cacao mediante una reacción con hidrólisis ácida y ácido sulfúrico; “al tener esos dos materiales se inicia la extrusión, proceso en el que se moldea el material y se aplana, se comprime al punto de darle forma al pitillo, luego se enfría y se corta”, dijo el estudiante.

 

“Para lograr lo anterior se utilizarían 8,004 kilogramos de suero aislado,  5,336 de celulosa de cascarilla de cacao, esto genera 13,34 kg de material, equivalentes a la producción de 18.229 pitillos por hora, es decir 2.916.667 pitillos mensuales, con lo cual se espera cubrir la demanda en un 7%, produciendo 35’000.000 de pitillos anuales”, expresó el Ayazo Peñata.

 

La propuesta contempla construir una planta para realizar el proceso completo, para ello se requiere de una inversión de más de 2.000.000 millones de pesos. El producto tendrá unas dimensiones de 25 centímetros de largo y 5,4 milímetros de diámetro.

 

Por: AMR

 

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